Israel acusa a Sudáfrica de explotar ‘cínicamente’ a la Corte Internacional de Justicia

Sudáfrica pidió el miércoles al máximo tribunal de la ONU que imponga medidas cautelares por lo que describió, como una “hambruna generalizada” resultante de la ofensiva Israelí iniciada hace cinco meses en Gaza, en respuesta al ataque del movimiento palestino Hamás en Israel el 7 de octubre.

Israel acusó a Sudáfrica de ser "representante de Hamás" y pidió al tribunal con sede en La Haya que rechace la petición de Pretoria.

"Sudáfrica sigue actuando como el brazo legal de Hamás en un intento de socavar el derecho inherente de Israel a defenderse y a defender a sus ciudadanos, y a liberar a todos los rehenes", declaró en un comunicado el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lior Haiat.

Sudáfrica volvió a acudir al tribunal después de que el país africano interpusiera un primer recurso analizado en enero en el que argumentó que la ofensiva en Gaza vulnera la Convención para la Prevención de Genocidios, en esa ocasión la corte exigió a Israel que haga todo lo posible para impedir cualquier acto de genocidio en Gaza y que permita la entrada de ayuda humanitaria al territorio palestino.

Después, Sudáfrica volvió a la CIJ para pedir al tribunal que evitara que Israel lance una operación militar en Rafah, una zona del sur de Gaza donde están hacinados cientos de miles de personas que huyeron de los combates, sin lograr que el tribunal decretara "medidas provisiones".

En el recurso presentado el miércoles Sudáfrica argumentó que su solicitud podría ser "la última oportunidad que tendrá este Tribunal para salvar al pueblo palestino en Gaza que ya está muriendo de hambre y que ahora está 'a un paso' de la hambruna", citando a la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

La guerra estalló el 7 de octubre tras el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de esta agencia a partir de datos oficiales israelíes.

Israel prometió “aniquilar” a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, y lanzó una campaña militar que, por el momento, causó 30.800 muertos, sobre todo mujeres y menores, según el último balance del ministerio de Salud del territorio.