Antes del inicio del llamado “silencio electoral”, los principales candidatos aprovecharon para llamar a las urnas a los más de 47 millones de electores que aún no han votado (más de 3,5 millones residentes en el extranjero ya lo han podido hacer), sobre todo al 30 % de indecisos que se calcula que hay.
De cómico a político. Gran parte de la atención se centró en Grillo, convertido en el principal enemigo a batir por los políticos y el primer ministro dimisionario, Mario Monti, ante los sondeos que, según el diario Corriere della Sera , manejan los candidatos y que dejan al cómico líder del Movimiento 5 Estrellas, como el segundo favorito.
Grillo consiguió abarrotar ayer la céntrica plaza romana de San Juan de Letrán (con capacidad para unas 70.000 personas) , en el último acto de una campaña basada en mítines callejeros y redes sociales.
El cómico, que con un discurso populista ha arremetido contra la clase política, dio ayer un nuevo golpe de efecto al prohibir la entrada a los medios italianos a la zona reservada de su mitin, salvo al grupo audiovisual Sky Italia.
El principal favorito en los comicios, el líder de izquierda Pier Luigi Bersani, cerró la campaña en el Teatro Ambra Jovinelli.
Bersani aseguró que ha conseguido mantener la promesa del primer día (que no contaría “ fábulas”) y pidió el voto para su coalición en pro de la renovación parlamentaria, pues dos tercios de sus listas están compuestos por gente nueva y, en ellas, hay un 40 % de mujeres.
Por su parte, el exprimer ministro Silvio Berlusconi canceló su asistencia al mitin de su partido en Nápoles por una “fuerte conjuntivitis”, aunque envió un video en el que insistió en los vínculos de la izquierda con el comunismo.