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Saná. AFP. El presidente yemení Alí Abdalá Saleh prometió ayer convocar un referendo constitucional este año para instaurar un régimen parlamentario; sin embargo, la oposición rechazó esta propuesta de reforma política por considerarla superada.
Los opositores se declararon el domingo determinados a destituir a Saleh, cuyo régimen es objeto de cuestionamientos desde enero en manifestaciones en Saná, Taez, Adén y otras partes del país.
“Propongo una nueva iniciativa para evitar al país la sedición”, declaró ayer el mandatario ante miles de personas congregadas en Saná.
Saleh prometió “un referéndum antes de fin de año sobre una nueva Constitución que prevea claramente la separación de poderes”.
Saleh, quien dirige Yemen desde hace 32 años, propuso otorgar “todo el Poder Ejecutivo a un gobierno electo por el Parlamento”, pero no evocó la posibilidad de un abandono anticipado del poder.
Además, el mandatario propuso descentralizar el poder, en momentos en que en el sur del país le reclaman mayor autonomía, o incluso la independencia, y rebeldes de la parte norte de Yemen afirman que se los discrimina.
El mandatario también se comprometió a “seguir protegiendo a los manifestantes, sean partidarios o adversarios de su régimen”, después de la muerte de unas 30 personas en las últimas semanas, según Amnistía Internacional.
La oposición parlamentaria yemení rechazó ayer las propuestas de reforma política de Saleh, por considerar que están superadas.
“La iniciativa del presidente está superada, es el acta de defunción del régimen político, cuyo fin reclaman los manifestantes”, declaró Mohamad Al Sabri, vocero de la oposición parlamentaria.
Saleh rechazó el sábado una propuesta que le hizo la oposición, con la mediación de dignatarios religiosos, para que renuncie antes de fin de este año, cuando su actual mandato termina en 2013.
El domingo, tras la negativa del mandatario, la oposición llamó a intensificar las manifestaciones hasta la dimisión de Saleh.
