Washington. Estados Unidos sacó este miércoles a Cuba –y mantuvo a Venezuela– en el grupo de países que no cooperan plenamente en su lucha antiterrorista, pero La Habana se mantiene en la lista negra de Estados patrocinadores del terrorismo.
En un informe enviado al Congreso, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó que cuatro países (Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela) “no cooperan plenamente” en la lucha antiterrorista internacional.
Según el Departamento de Estado, Cuba apareció en la lista del año pasado debido a su negativa a extraditar a Colombia a militantes del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El primer presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, suspendió desde entonces las órdenes de arresto contra los guerrilleros, señaló el Departamento de Estado.
Un portavoz de esta misma entidad agregó que “Estados Unidos y Cuba reanudaron la cooperación en materia de aplicación de la ley en el 2023, incluida la lucha contra el terrorismo”.
Esto llevó al gobierno del presidente Joe Biden a concluir que “ya no es apropiado” incluir a Cuba entre los países “que no cooperan plenamente”.
El gobierno cubano reaccionó. El presidente, Miguel Díaz-Canel, afirmó en la red social X que esto constata “lo ampliamente conocido: que Cuba coopera en la batalla contra el terrorismo”.
LEA MÁS: Cuba acusa a Estados Unidos de injerencia en protestas por crisis de energía
Estados Unidos “debería hacer lo correcto y coherente con esa posición: sacar a Cuba de la lista arbitraria del Departamento de Estado y poner fin a medidas económicas coercitivas que la acompañan”, dijo.
¿Manipulación?
El canciller Bruno Rodríguez calificó la decisión estadounidense de “manipulación política”, en un mensaje publicado en la misma red social.
La relación entre ambos países es tensa.
Durante más de seis décadas, Washington ha impuesto a Cuba un embargo comercial que el expresidente Donald Trump (2017-2021) endureció al volver a incluir a la isla en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, una medida que obstaculiza las transacciones y las inversiones porque las empresas se exponen a sanciones estadounidenses.
Biden, su sucesor, mantuvo a Cuba en la nómina y parece poco proclive a reconciliarse con el régimen de La Habana, sobre todo, tras la represión de manifestaciones antigubernamentales.
El mandatario estadounidense prometió a los congresistas que no retiraría a Cuba de la lista negra de Estados patrocinadores, de la que también forman parte Irán, Corea del Norte y Siria.