Madrid. El recuento de votos de los comicios de este jueves en Cataluña será 100% seguro, garantiza el gobierno español, que no obstante dispuso medidas adicionales para evitar la difusión de informaciones falsas sobre los resultados.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy tomó estas disposiciones tras denunciar ante la Unión Europea la proliferación de mensajes de “desinformación y manipulación” sobre la crisis política catalana, procedentes de territorio ruso y en menor medida venezolano.
Estos son los detalles del desarrollo del recuento, los temores y las iniciativas del gobierno para evitar perturbaciones.
Al cierre de los colegios, a las 8 p. m. (hora en Cataluña), se hará un primer recuento en el que cada mesa electoral comunicará sus resultados por teléfono a una empresa privada, Indra, que los irá compilando y anunciando por cuenta del gobierno español.
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Sin embargo, el cómputo válido a efectos legales se iniciará el 24 de diciembre, durante un plazo máximo de tres días. Consistirá en un recuento manual de las actas establecidas por cada mesa electoral con sus resultados respectivos.
“No hay ni un solo elemento informatizado en el proceso. Y eso quiere decir que es imposible que un ataque informático pueda generar problemas a la hora del recuento. Es todo manual y todo en papel”, enfatizan fuentes del gobierno.
Descartado el riesgo de pirateo informático durante el recuento, el gobierno teme la difusión de resultados falsos en redes sociales o portales digitales entre el momento de cierre de los colegios y la proclamación oficial.
La difusión de información fraudulenta deslegitimaría el anuncio de los resultados oficiales. Por eso, explican fuentes allegadas al ejecutivo, se ha reforzado “un sistema de rastreo de posibles noticias falsas”.
El Ejecutivo prevé avisar a los medios en caso de que alguna web esté difundiendo datos falsos, y advierte de que la difusión de los mismos “puede ser un delito electoral”.
Igualmente señala que “con los debidos permisos judiciales podría bloquearse esa web” que esté dando resultados falsos de los comicios.
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Las elecciones catalanas, a las que están llamados 5,5 millones de votantes, se celebran en un contexto insólito.
Fueron convocadas excepcionalmente por el gobierno central, después de disolver el ejecutivo independentista de Carles Puigdemont y la cámara regional, que el 27 de octubre proclamó la independencia de Cataluña de manera unilateral.
Una fuente de una poderosa asociación independentista, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), explica a la AFP que dada la intervención de la autonomía catalana, algunos en el campo secesionista expresaron el temor a posibles irregularidades por parte del Estado español.
La ANC confía en que “el recuento será limpio”, pero en respuesta a esos temores ha promovido un recuento paralelo la noche de este jueves, en el que participarán unos 4.000 voluntarios.
Al tiempo que los responsables de las mesas transmiten los resultados de las actas a la empresa Indra, estos voluntarios enviarán la información a un centro de datos creado para la ocasión en Barcelona.
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“Eso te permite, en el caso remoto de que hubiera una discrepancia importante en algún lugar o con algunas actas, tener una idea perfecta de dónde pedir un recuento”, explica la fuente de la ANC. El objetivo es por tanto “auditar los resultados de esa noche”, a ser posible en cada mesa electoral.
“No veo a nadie de mi partido diciendo que hay fraude”, pero “habrá un seguimiento exhaustivo en todas las mesas”, abundó un representante del partido secesionista ERC (Esquerra Republicana de Catalunya).
El gobierno de Rajoy recuerda que “el único escrutinio válido es el que haga la administración electoral general” a partir del 24 de diciembre.