Ciudad de Guatemala
La posible petición del Gobierno de Guatemala a la ONU para remover al exmagistrado colombiano Iván Velásquez como jefe de una misión contra la corrupción, ensombrece el panorama político y amenaza con desatar una crisis por el amplio rechazo que provocó.
El gobierno del presidente Jimmy Morales no confirma ni niega que quiera deshacerse de Velásquez, quien desde el 2013 dirige la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un órgano de Naciones Unidas que apoya la depuración de la Justicia y la desarticulación de mafias incrustadas en el Estado.
Sin embargo, el tema ha estado en el centro de los debates en la prensa y círculos políticos ante el viaje que realizará Morales a Nueva York para reunirse este viernes con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués Antonio Guterres.
Velásquez fue clave cuando una investigación de la Fiscalía y la Cicig reveló en el 2015 una red de defraudación fiscal en las aduanas, un caso que provocó la renuncia del entonces presidente Otto Pérez, actualmente detenido, señalado como cabecilla del esquema de corrupción.
El miércoles, el vocero presidencial, Heinz Heimman, evitó aclarar si la salida de Velásquez será parte de la agenda en la sorpresiva reunión de Morales con Guterres.
También evadió las preguntas al respecto e indicó que la audiencia en la ONU será para presentar un nuevo modelo de seguridad y justicia en el que la Cicig refuerce la labor contra el crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas.
¿Velásquez es incómodo? Sus respuestas reforzaron, para muchos, la creencia de que Morales está dispuesto a pedir la salida de Velásquez a pesar del desgaste político que enfrentaría.
Medios locales y analistas han señalado que el presidente pretende la destitución del funcionario colombiano para frenar una investigación sobre el posible financiamiento ilícito de su campaña electoral.
Las versiones llevaron a la fiscala general, Thelma Aldana, a amenazar con renunciar a su cargo si Velásquez es removido, según declaró al canal Guatevisión.
"El único mecanismo que encuentro de protesta es renunciar a mi cargo. Creo que no es justo que una persona que ha dado todo su esfuerzo, todo su trabajo (...) la expulsen", manifestó.
En relación con el encuentro de Morales con el secretario general de la ONU, Aldana dijo: ""Yo esperaría que si el señor presidente de la República (Morales) va a esa audiencia, sea únicamente para pedir el fortalecimiento de la Cicig y que continúe el comisionado Iván Velásquez".
La Fiscalía y la Cicig han estado en el centro de la inédita lucha que desde 2015 libra Guatemala contra la corrupción.
La posibilidad de que Morales pida a Guterres la remoción de Velásquez también provocó la reacción de Estados Unidos, Canadá, Suecia, Reino Unido y la Unión Europea, países cooperantes de la Cicig.
"Expresamos nuestro firme apoyo a la Cicig bajo el comisionado Iván Velásquez. Reconocemos las contribuciones de la Comisión a la lucha contra la corrupción y sus avances con el apoyo de la administración del presidente Morales", precisó en un comunicado la Embajada estadounidense.
"Consideramos crucial que la Cicig continúe su misión", sentenció.
También la secretaría general de la ONU, por medio del vocero Stéphane Dujarric, expresó el respaldo a Velásquez y señaló que no ha recibido ninguna "queja" sobre la labor del exmagistrado.
La cúpula empresarial de Guatemala también manifestó su apoyo a la Cicig.
Asimismo, las redes sociales explotaron sobre la posibilidad de la expulsión y, bajo la etiqueta IvánSeQueda, varios grupos llamaron a protestar la noche del jueves y la tarde del sábado en el centro de la capital.