Caracas. La oposición venezolana dijo este martes que la convocatoria a elecciones presidenciales con garantías es su prioridad en la negociación con el gobierno, que condiciona los comicios a que Estados Unidos levante las sanciones impuestas.
Las "elecciones presidenciales para salir del desastre en Venezuela son principal prioridad en negociación", señaló en Twitter el diputado Luis Florido, luego de que el jefe negociador del gobierno, Jorge Rodríguez, planteara la exigencia en torno a las medidas de Washington.
Para ello, Florido, negociador de la coalición de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD), demandó un nuevo Poder Electoral, "garantías democráticas y observación internacional".
El lunes, Rodríguez advirtió que en Venezuela no habrá elecciones presidenciales mientras la Casa Blanca no levante las sanciones que prohíben a ciudadanos y entidades de ese país transar nueva deuda de Venezuela y su petrolera PDVSA.
"Venezuela no va a ir a ningún evento electoral hasta que se levanten las groseras sanciones que la dirigencia opositora solicitó", afirmó el delegado del presidente Nicolás Maduro en la televisión gubernamental.
Las presidenciales están previstas para diciembre de 2018.
Tras una primera ronda de negociación el viernes y sábado pasados en República Dominicana, que concluyó sin acuerdos, las partes se reencontrarán el próximo 15 de diciembre.
Consultado más temprano sobre las declaraciones de Rodríguez, Florido había pedido al gobierno "moderación".
"Creo que no podemos responder a la arrogancia de nadie, tenemos que responder al posible acuerdo (...) Puede haber resultados positivos, pero también puede no haberlos", aseveró el parlamentario.
El gobierno asegura que las sanciones de Estados Unidos han generado atrasos en el pago de rendimientos de bonos de deuda y limitan la importación de alimentos y medicinas, en severa escasez.
Además, complican los planes de Maduro de renegociar la deuda externa, de unos $150.000 millones.
A raíz del pago diferido de capital e intereses de varios títulos, un grupo de acreedores y agencias calificadoras declararon a Venezuela y a PDVSA en default parcial.
Hasta ahora, el gobierno exigía a la oposición abogar ante Estados Unidos para que derogue sus medidas, peo no como requisito para los comicios, que deben ser convocados por una autoridad electoral que según la MUD está "secuestrada" por el chavismo.