Santiago. El expresidente Sebastián Piñera afirmó este lunes que apelará al “centro moderado” para ganar el balotaje del 17 diciembre al candidato oficialista Alejandro Guillier.
Piñera ganó la primera vuelta celebrada el domingo, con 36,6% de los sufragios, con una votación menor a la prevista, y enfrentará en segunda vuelta a Guillier, que sacó 22% de los votos.
Algunas proyecciones daban a Piñera una votación casi 10 puntos por arriba. Otra de las sorpresas de la jornada fue la alta adhesión que consiguió la representante de la coalición de izquierda, Beatriz Sánchez, quien con 20% hoy tiene la llave de la segunda vuelta.
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En cuarto lugar llegó el ultraconservador José Antonio Kast, que reivindica el legado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con casi 8% de los votos, y ya le entregó su respaldo a Piñera.
“La suma de nuestro sector es 44,6%, por lo tanto, estamos conscientes de que debemos crecer para ganar la segunda vuelta”, dijo Piñera en una rueda de prensa en su comando ante medios extranjeros este lunes.
“Respecto si nuestra candidatura se va a derechizar o izquierdizar, ni lo uno ni lo otro. Vamos a seguir apelando y convocando a lo que se llama ‘el centro social’, que no es el tradicional centro político, es la moderación, es el sentido común; son los chilenos que quieren unidad y no división”, agregó el exmandatario.
Desde la noche del domingo, Piñera ha insistido en la repetición del escenario electoral de 2009, cuando ganó la elección presidencial en el balotaje al exmandatario Eduardo Frei tras vencer en la primera vuelta con 44% de los votos.
“Esto ya sucedió en 2009 (...) por lo tanto, yo tengo mucha fe y confianza en que vamos a ganar esta segunda vuelta”, dijo.
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Consultado si estaba decepcionado de la votación obtenida el domingo afirmó: “creo que hubo una expectativa en base a las encuestas, pero nosotros lo dijimos muchas veces: siempre pensé que esta elección no se definiría en primera vuelta, por lo tanto, no estoy decepcionado”.
Congreso diverso. El Congreso chileno ganó en diversidad tras una elección general que el domingo repartió escaños a ‘outsiders’ y se sacudió con la irrupción del Frente Amplio, una coalición de izquierda que se estrenó con una bancada de 20 diputados y un senador.
El nuevo presidente gobernará sin mayoría absoluta en el Congreso. El partido de Piñera (Chile, Vamos) tendrá 19 bancas en el Senado y 73 en Diputados, mientras que el conglomerado de centroizquierda que apoyó a Guillier (La Fuerza de la Mayoría) tendrá 14 escaños en la Cámara Alta y 43 en la Baja.
El estreno del sistema proporcional, que reemplazó a una fórmula heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), renovó la Cámara de Diputados eligiendo a 155 miembros y a 23 senadores, que completan a los 43 miembros en la Cámara Alta.
Los cambios se reflejaron en los resultados y 92 diputados y 17 senadores se estrenarán en el Congreso, la mayor renovación del Parlamento desde la vuelta a la democracia en 1990, con un avance en la representación femenina que pasó de 15,8% a 22,5%.
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Los exlíderes estudiantiles que acorralaron a Piñera en 2011 con manifestaciones que movilizaron a cientos de miles de jóvenes en busca de la gratuidad en la educación demostraron que llegaron para quedarse. Las comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola retuvieron con luz sus bancas en la Cámara Baja.
Asimismo, los diputados Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Vlado Mirosevic también confirmaron su fortaleza y retuvieron sus bancas con el Frente Amplio, la coalición de partidos que fundaron y que en pocos meses se transformó en la sensación de la política chilena.
“Estamos muy sorprendidos todavía y emocionados, procesando el respaldo que se nos dio ayer”, comentó Jackson.
Ganadores de mil batallas sucumbieron el domingo ante el voto castigo de los electores. Figuras relevantes del actual Senado como Ignacio Walker y Andrés Zaldivar (demócratas cristianos) dijeron adiós a sus bancas.
En la vereda ganadora, Isabel Allende -hija del expresidente socialista Salvador Allende- fue reelecta y mantendrá su banca en el Senado. Premio consuelo para la socialista que este año coqueteó con la disputa presidencial, pero retiró su candidatura para evitar disputas a la interna de la coalición gobernante (Nueva Mayoría).
Francisco Huenchumilla, el senador mapuche. Así titularon los medios locales este lunes la elección del exintendente de la Araucanía, sur del país y escenario del eterno conflicto mapuche.
Huenchumilla tendrá la tarea de negociar desde el Congreso una salida a las reivindicaciones de un pueblo originario que exige la restitución de tierras que están en manos de privados, en su mayoría empresas forestales.