París. El presidente francés, Emmanuel Macron, viaja el jueves a Argelia, un proveedor de gas cada vez más importante para Europa, para calmar la tensión diplomática marcada por el resentimiento de la época colonial.
Las relaciones están tensas en el último año después que Macron cuestionara la existencia de Argelia antes de la ocupación francesa, que duró más de 130 años y acusara a Argel de fomentar el “odio hacia Francia”.
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Su par argelino, Abdelmajdid Tebboune, respondió con la retirada del embajador de su país en París el pasado mes de octubre y prohibió además que aviones militares franceses sobrevolaran su espacio aéreo.
Los consejeros de Macron estiman que ambas partes pasaron la página, destacando la reanudación de relaciones diplomáticas normales y la posibilidad de que los aviones militares puedan de nuevo cruzar su espacio aéreo rumbo a la región del Sahel, donde Francia lucha contra organizaciones yihadistas.
“Desde entonces, nuestros intercambios con el Gobierno argelino y el presidente Tebboune han continuado y se han intensificado”, dijo un asesor a los periodistas.
Diplomacia del gas
La disputa diplomática llegó a su fin cuando la presidencia francesa dijo que “lamentaba” los malentendidos causados por los comentarios de Macron, que se hicieron a puerta cerrada pero de los que el diario Le Monde se hizo eco.
La elección en el 2017 del primer presidente francés nacido después de 1962, se anunciaba no obstante como un buen augurio para la relación franco-argelina. Su segunda visita al país busca “refundarla”, según el Elíseo.
Para marcar esta reanudación de la relación, Tebboune celebrará el jueves una cena de Estado en honor a su par francés, con quien visitará el Memorial de los Mártires antes de una discusión bilateral. Esta se produce en un período cargado de símbolos con el 60º aniversario de los Acuerdos de Evián, que pusieron fin a ocho años de guerra y allanaron el camino a la independencia de Argelia en julio de 1962.
El deseo del mandatario francés de calmar la tensión, se produce cuando Argelia se perfila como un proveedor alternativo de gas clave para la Unión Europea (UE) tras la invasión rusa de Ucrania. Los países europeos quieren acabar con su dependencia de los hidrocarburos rusos, lo que otorga a Argelia -con sus gasoductos a España e Italia- un peso e importancia renovados.
“El presidente francés ciertamente pedirá a Argelia que haga un esfuerzo para tratar de aumentar su producción de gas”, dijo el economista argelino, Abderrahmane Mebtoul. Pero la oficina de Macron advirtió contra las expectativas de que se pueda asegurar un acuerdo importante en la línea del anunciado por el primer ministro italiano, Mario Draghi, cuando visitó Argel en julio.
“No es el objetivo de la visita”, dijo un consejero de la presidencia francesa.
‘Futuro’
La directora general del grupo energético francés Engie, Catherine MacGregor, formará parte de la delegación francesa de alto nivel, que incluye también a los ministros de Defensa, de Exteriores y de Economía.
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Durante su viaje de tres días centrado en el “futuro de las empresas emergentes, la innovación, la juventud”, Macron visitará Argel y la segunda ciudad más grande, Orán, donde asistirá a un espectáculo de breakdance.
El presidente francés busca “continuar el trabajo de apaciguamiento de las memorias”, pero “no es el principal objetivo”, informó la presidencia. Macron visitará así el cementerio Saint-Eugène de Argel, donde yacen muchos franceses nacidos en Argelia.
Los historiadores franceses estiman en medio millón el número de fallecidos -civiles y combatientes- durante la guerra de independencia, entre ellos 400.000 argelinos. Argel lo eleva a 1,5 millones.
Los grupos de defensa de derechos humanos en Argelia, instaron a Macron a no pasar por alto los abusos de las autoridades desde la llegada al poder de Tebboune en el 2019, después un movimiento de protesta obligara a su predecesor Abdelaziz Bouteflika a dimitir.