Ginebra y Ciudad del Vaticano. AFP y EFE. El Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño pidió ayer a la Iglesia que actúe con mayor resolución contra los abusos sexuales a menores y dé “un nuevo enfoque” a la lucha contra ese flagelo, respecto al cual el papa Francisco expresó su “vergüenza”.
“Todo este problema de abusos contra menores es una herida que daña a la Iglesia y a la comunidad de la fe”, reconoció monseñor Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas en Ginebra, en la primera comparecencia internacional de altos miembros de la jerarquía católica sobre casos de pederastia.
El Comité examinó el segundo informe periódico que presenta el Vaticano sobre el cumplimiento de la convención internacional que protege los derechos de los menores y que ratificó en 1990.
“El ejemplo que la Santa Sede debe dar al mundo debe sentar precedente. Tiene que marcar un nuevo enfoque”, dijo Sara Oviedo, integrante del equipo investigador de ese panel de Naciones Unidas.
Cuestionamientos. La funcionaria afirmó que en la gestión de los escándalos de pederastia por parte de la Iglesia “se ha dado preferencia a los intereses del clero”.
“La Santa Sede no ha establecido ningún mecanismo para investigar a los acusados de perpetrar abusos sexuales, ni tampoco para procesarlos”, sostuvo Oviedo.
También criticó las medidas tomadas por el Vaticano con los autores de abusos. Según ella, “los castigos impartidos nunca parecen reflejar la gravedad” de los hechos.
“Sabemos que se han hecho avances”, admitió, mas se preguntó si los niños “tienen la posibilidad de ser oídos, sobre todo cuando se trata de víctimas”.
La ONU pidió también a la delegación vaticana más información sobre los miembros y los objetivos de la comisión creada por la Santa Sede el pasado diciembre para la protección de los menores .
A la sesión del comité, celebrada en uno de los recintos de la ONU en Ginebra, asistieron varios adultos –hombres y mujeres– que fueron víctimas en su adolescencia de abuso sexual por parte de sacerdotes.
Durante más de una década, la Iglesia Católica se ha visto sacudida por una cascada de escándalos de abusos sexuales cometidos por religiosos contra menores de edad.
Los abusos fueron a menudo encubiertos por los superiores de los autores, que en muchos casos fueron transferidos a otras parroquias, en lugar de ser denunciados.
Alegato de la Iglesia. Por su parte, el embajador Tomasi recordó que la Santa Sede ratificó la Convención de Derechos del Niño en 1990, y sus protocolos –uno de ellos sobre la pornografía infantil– en el 2000.
También afirmó, sin dar detalles, que el Vaticano formuló una serie de “directivas” en la materia para facilitar el trabajo de las parroquias. Estas, además, han desarrollado recomendaciones para evitar los abusos, dijo, citando la carta de protección de niños y jóvenes adoptada por la Iglesia católica estadounidense en el 2005.
Tomasi puntualizó que legalmente, la Santa Sede solo es responsable de la aplicación de la convención de la ONU en su territorio.
Mientras se daba la audiencia, el papa Francisco condenó este jueves “los numerosos escándalos” que han azotado a la Iglesia, al reconocer que son “una vergüenza”.
“Tantos escándalos que yo no quiero mencionar singularmente, pero que todos sabemos cuáles (...) Escándalos e n los que algunos han tenido que pagar caro. ¡Y eso está bien! Se debe hacer así (...) ¡La vergüenza de la Iglesia!”, exclamó el Papa argentino.