La investigación canónica se inició en abril e involucra al obispo de la ciudad de Iquique (1.800 km al norte de Santiago), Marco Antonio Ordenes, de 47 años. Él es el más joven de los obispos de la Conferencia Episcopal chilena.
“Por el hecho de que la persona denunciada es un obispo, el procedimiento es llevado a cabo por la Santa Sede
”Desde el inicio de este caso, la Nunciatura ha procurado ofrecer apoyo psicológico y acompañamiento para las personas afectadas y ha estado en contacto con Monseñor Ordenes, quien se encuentra con permiso médico”, dijo en rueda de prensa el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro.
De acuerdo al diario La Tercera, la investigación está a cargo del representante del Vaticano en Chile, Ivo Scapolo, mientras que el sacerdote acusado habría dejado sus funciones en Iquique y viajado a Perú para recuperarse de una dolencia congénita del hígado.
La Iglesia no entregó antecedentes sobre las supuestas víctimas.
El jueves pasado, la Iglesia chilena -a través de una declaración de la Conferencia Episcopal- volvió a pedir perdón por los casos de abuso sexual que ha protagonizado una veintena de sacerdotes en los últimos años, cinco de los cuales han sido condenados judicialmente, según datos de la Iglesia.
“Reiteramos con la más profunda verdad nuestra petición de perdón a quienes hemos ofendido. La Iglesia ha perdido credibilidad por nuestras propias debilidades y faltas”, señaló la declaración.
En abril de 2008 la Iglesia ya había hecho un histórico pedido de perdón y asumió sus culpas por su falta de reacción ante las denuncias de abuso sexual a menores.