Israel manifestó "desilusión" con Costa Rica por trasladar la embajada de Jerusalén a Tel Aviv, una decisión que el presidente Óscar Arias calificó como la rectificación de "un error histórico".
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La nota oficial enviada ayer por Israel mediante su embajada en el país, agrega que el traslado "puede ser interpretado como una rendición ante el terror y un premio a sus autores", debido que aún no hay solución definitiva al conflicto armado entre israelíes y la guerrilla libanesa de Hezbolá.
La encargada de negocios de la embajada israelí, Ahuva Spieler, previó que la opinión pública de su país tomará la noticia "con mucho dolor", pues consideran Jerusalén como capital eterna de Israel y el pueblo judío.
Una posición similar expresó ayer el Centro Israelita Sionista de Costa Rica. "La comunidad judía de costa Rica considera inoportuna la decisión" de Arias.
En cambio, la colonia musulmana en el país celebró ayer la medida del Presidente. "Es una gran noticia para nosotros. Un gobernante que abre los ojos. Le damos gracias a Arias", dijo Abdul Fatah Sassa, secretario general del Centro Cultural Musulmán.
Agregó que la medida traerá a Costa Rica beneficios económicos, por más comercio con países árabes.
"Error histórico". El Presidente, que hizo ayer el anuncio público ante diplomáticos y el delegado de la Organización de Naciones Unidas en Costa Rica, José Manuel Hermida, lamentó que toda decisión deje inconformidades.
Arias dijo que uno de esos inconformes es el exprimer ministro israelí y Nobel de la Paz, Shimon Peres, quién le telefoneó ayer tras conocer del traslado. Israel fue notificado anteayer.
La razón para decidir el traslado es el afán por respetar resoluciones de Naciones Unidas, que dan un carácter especial a Jerusalén, respondió el canciller, Bruno Stagno.
La ciudad se la disputan Israel y la Autoridad Palestina, por el valor que tiene para las religiones judía e islámica.
Naciones Unidas incluso exhortó en 1980 a sus países miembros a retirar las respectivas embajadas de Jerusalén y pasarlas a Tel Aviv. Hasta ayer, solo Costa Rica y El Salvador se mantenían en la ciudad santa.
"Un país pequeño, que basa su política exterior en el multilateralismo y en el Derecho Internacional, tiene que cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo el mandatario.
Arias explicó ayer que fue un "error" suyo no haber decidido el traslado en la anterior administración, en parte justificado porque en ese momento "no quería abrir otros frentes", adicionales al proceso de paz en Centroamérica.
El canciller Stagno informó de que los diplomáticos acreditados en Israel, la embajadora Noemí Baruch y el ministro consejero Jairo López, ya fueron instruidos para que busquen en Tel Aviv un edificio adecuado.
El canciller reconoció que Israel paga la residencia del embajador en Jerusalén y que el traslado implicará más gastos para Costa Rica, pero opinó que el cambio "nos restaura cierta dignidad".
Jairo López dijo ayer desde Jerusalén que en la sede hay citas programadas incluso para la próxima semana, por lo que evitó precisar la fecha de la mudanza.