La Iglesia católica costarricense se sentará a dialogar con el Movimiento Diversidad, grupo defensor de los derechos gais, a sabiendas de que esta organización dice tener una lista de más de 30 sacerdotes que mantienen relaciones homosexuales.
La reunión está programada para este viernes en la casa de la exdefensora de los Habitantes, Lisbeth Quesada, y tiene como objetivo dialogar sobre los derechos de personas transexuales.
La cita la confirmaron ambos grupos y la propia Quesada. Es parte del diálogo que se abrió luego de grupos gais denunciaran que el hoy exvocero de la Iglesia sobre asuntos de familia, el sacerdote Mauricio Víquez, predicaba en público contra las parejas del mismo sexo al tiempo que tenía prácticas homosexuales.
Al trascender ese caso, el Movimiento Diversidad anunció que poseía una lista de más de 30 sacerdotes que mantienen relaciones homosexuales, por lo que le exigieron a la Iglesia dejar de intervenir en contra de los proyectos de ley que procuran el reconocimiento de derechos para parejas del mismo sexo. Marco Castillo, presidente del grupo, declaró que el anuncio de la lista fue un factor que influyó en la apertura al diálogo.
LEA. Mauricio Víquez, vocero de la Iglesia: Un encuentro homosexual, ¿qué es?
La Iglesia abrió entonces un canal de diálogo, que se ha traducido en reuniones en la casa de la exdefensora.
El acercamiento lo aceptó el sacerdote Edwin Aguiluz, quien junto con el obispo de Alajuela, monseñor Angel Sancasimiro, está encargado de los diálogos con Diversidad. Él reconoce que el proceso se inició después del caso de Víquez.
"Esto es parte del diálogo que surgió con ocasión a la situación que hubo relacionada con el padre Mauricio Víquez", dijo Aguiluz.
El sacerdote agregó que la idea es ampliar las conversaciones para evitar roces con el grupo de diversidad sexual.
Aguiluz evitó identificar algún objetivo de los encuentros y reseñó que las conversaciones son "sobre temas de derechos humanos que se han mencionado".
"La idea es poder seguir dialogando e ir tocando estos temas de derechos humanos", añadió.
Por su parte, Marco Castillo sostuvo que el acercamiento de la Iglesia se dio a solicitud de los sacerdotes.
"Este es el tercer encuentro. La primera reunión fue inmediatamente después de la publicación (sobre el sacerdote Víquez). Nos llamó Ángel Sancasimiro y nos reunimos en la casa de él. Después, fue en la casa de Lisbeth Quesada Tristán", recordó.
Castillo indicó que de hecho, para esta tercera cita, fueron los curas los que propusieron conversar directamente sobre el tema trans.
"Ellos propusieron un tema específico, esta vez sería identidad de género, todo el asunto de la población trans", dijo Castillo, en referencia a la comunidad transexual.
Castillo agregó que esperan que la Iglesia no torpedee el plan de ley que pretende reconocer derechos de identidad de géneros a esta población y que se discute en el Congreso bajo el expediente 19.841.
La iniciativa pretende que las personas transexuales puedan cambiar su nombre y su sexo de acuerdo con su verdadera identidad de género.
El proyecto es impulsado por diputados del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), Liberación Nacional (PLN) y el Frente Amplio.
Sin embargo, Castillo afirmó que la iniciativa no avanza debido a la influencia de la Iglesia.
El activista sostuvo que, más allá de los diputados declarados evangélicos de las bancadas Restauración Nacional, Renovación Costarricense, Alianza Demócrata Cristiana y PASE, la influencia del catolicismo recae en diputados del PLN, el PAC y la Unidad Social Cristiana (PUSC) que, sin hacer alarde de su oposición, frenan en silencio este tipo de iniciativas.
Por su parte, la exdefensora Lisbeth Quesada, afirmó que su papel de mediadora se ha dado en el marco de un diálogo abierto entre las partes, y recalcó que seguirá prestando el espacio mientras sea necesario, ya que reconoce el peso de la Iglesia en esta discusión política.
"Esta es una sociedad muy católica, la Iglesia tiene mucha influenzcia y poder, siempre tiene que opinar y está metida en el quehacer de la sociedad costarricense", dijo Quesada.