Hace cuatro meses, cirujanos cardiovasculares del Hospital Nacional de Niños operaron a un bebé de tan solo 800 gramos.
Este es el niño de más bajo peso intervenido quirúrgicamente en el primer año del Programa Cardiovascular Pediátrico.
El corazón de este bebé medía, en ese entonces, tres centímetros. Los cirujanos cerraron el conducto que comunica la arteria pulmonar con la aorta, en una operación de tres horas que se hizo sin la bomba de circulación extracorpórea, una máquina que sustituye las funciones del corazón y el pulmón, mientras los cirujanos operan.
Hoy, este niño está en su casa, recuperándose satisfactoriamente, comentó el cirujano cardiovascular que lo operó, Javier Brenes González.
Esta cirugía y otras similares que se han realizado en el último año confirman la evolución del programa, el cual sustituyó a la Unidad Cardíaca, que tantos problemas protagonizó en los últimos años.
Los avances han sido tan importantes que hoy el equipo de cirujanos analiza reactivar el programa de trasplantes de corazón en niños.
Según Rónald Quintana, jefe de Cirugía Cardiovascular del hospital, el último procedimiento de este tipo fue en 1998.
Se calcula que entre ocho y diez niños por año podrían necesitar una operación de estas, informó Brenes, quien aclaró que a la fecha, no tienen identificados candidatos para este trasplante.
Avances. Desde octubre del año pasado, cuando se inició la primera de tres fases del Programa Cardiovascular Pediátrico, 235 niños han sido operados.
En total, en ese periodo se han hecho 246 intervenciones a chiquitos que, en promedio, tienen 2,4 años pesan 10 kilos.
En presencia de padres de familia y personal de salud, las autoridades hospitalarias dieron a conocer ayer la reducción en la tasa de mortalidad, que pasó de situarse entre 9% y 12%, a 2% en la actualidad.
También revelaron la caída a la mitad de los tiempos de estancia en la Unidad de Cuidado Intensivo, que está en 7,8 días, informó la directora a.i. del Hospital de Niños, Olga Arguedas.
Las misiones médicas han continuado este año y seguirán el próximo, con visitas de cirujanos de EE. UU. procedentes, entre otros, de la Universidad de Dallas, y las organizaciones Heart Trust y Mending Kids International.
El médico cardiólogo costarricense Eduardo da Cruz, quien dirige el Instituto Pediátrico de Corazón del Hospital de Niños de Colorado, EE. UU., ha apoyado al país en la reorganización de estos servicios.
Da Cruz visitó el país esta semana para celebrar el primer aniversario del programa.
Para este especialista, el Hospital Nacional de Niños ha logrado indicadores de gestión en cirugía cardíaca comparables con los de países desarrollados.
“Lo que se ha logrado en un año es extraordinario. Es el primer paso en una jornada de mil leguas. No hay que bajar los brazos”, dijo Da Cruz en referencia a la necesidad de continuar desarrollando una cultura de calidad en este servicio.
Carlos Arrea, presidente de la Academia Nacional de Medicina, destacó la presencia de protocolos, el reforzamiento del trabajo en equipo y la práctica de registrar los resultados.