Más de 2.000 bebés al año nacen antes de cumplir las 37 semanas de gestación. Esto les eleva el riesgo de morirse o enfermarse a causa de la inmadurez en su desarrollo.
La mayor amenaza la enfrentan los llamados prematuros extremos: aquellos niños con 28 semanas de gestación o menos, como los sextillizos nacidos el pasado domingo 17 de mayo.
Menores en esa condición no han logrado desarrollar, al momento de nacer, su sistema nervioso central (cerebro), pulmones y sistemas cardiovascular y digestivo, por mencionar algunos de los sistemas orgánicos básicos para sobrevivir.
Son, en consecuencia, pequeños con un mayor riesgo de presentar trastornos como parálisis cerebral, retinopatías y dificultades respiratorias crónicas, según explicó Jaime Lazo Behm, jefe del servicio de Cuidado Intensivo Neonatal del Hospital Nacional de Niños.
De acuerdo con datos facilitados por Rafael Salazar Portuguez, coordinador de la Comisión Nacional de Mortalidad Materno Perinatal e Infantil, del Ministerio de Salud, un 28% de la mortalidad infantil se debe a la prematuridad extrema.
El año pasado, el país alcanzó la tasa de mortalidad infantil más baja de toda la historia: 8,01 muertes por cada 1.000 nacidos vivos.
Un 75% de esa tasa la componen las muertes neonatales, de las cuales un 80% se produce durante la primera semana de vida (mortalidad neonatal temprana), manifestó Lazo.
Salazar teme que, tras la explosión de partos múltiples atribuidos a técnicas de reproducción humana asistida mal aplicadas, se incremente el número de partos prematuros.
En consecuencia, agregó, existe el riesgo de que suba la tasa de mortalidad infantil.
Esta preocupación también la comparte el Colegio de Médicos, cuyo Comité de Reproducción Humana prepara una regulación sobre el tema, que estaría lista en tres meses.Tendencia. Además de los prematuros extremos, también están los prematuros moderados (de entre 32 semanas a menos de 37 semanas de gestación), y los muy prematuros (de 28 a 32 semanas de gestación).
Salazar detalló que en el país aún no se tiene el detalle de los nacimientos según esas categorías, como tampoco los indicadores de mortalidad y morbilidad para cada grupo.
Lo que sí se sabe es que la atención diaria de un prematuro extremo cuesta cerca de ¢1 millón, debido a los cuidados que requiere para garantizarle la sobrevida en las unidades de cuidado intensivo neonatal.
El país ha logrado reducir la cantidad de nacimientos prematuros desde el 2009, aseguró Salazar. Se pasó así de un 14% de partos prematuros antes del 2000, a un 3% el año pasado.
Sin embargo, si no se regulan las técnicas de reproducción asistida, como la inseminación intrauterina y la fertilización in vitro, se corre el riesgo de que aumenten los partos múltiples, una de las principales causas de prematuridad.
Según una investigación de La Nación , entre el 2000 y el 2013, dos de cada 100 bebés nacieron en un parto múltiple, para un total de 16.895 niños en ese periodo.
De ellos, reveló el estudio, 16.355 fueron nacimientos gemelares; 398 de trillizos, y 142, de cuatrillizos o más.
Los niños producto de un parto múltiple deben competir por recursos para su desarrollo desde que están en el vientre materno, y esto les resta posibilidades de que puedan sobrevivir con calidad de vida posteriormente.
Los gemelos, por ejemplo, tienen cinco veces más riesgo de sufrir parálisis cerebral. Ese riesgo es 18 veces mayor en los trillizos, precisó Jaime Lazo.