Las autoridades de Salud salieron a repeler las campañas de grupos antivacunas y para ello difunden información sobre los beneficios de protegerse de las secuelas de diversas enfermedades prevenibles.
La directora de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, María Ethel Trejos Solórzano, afirmó que esa es la única forma de mantener y aumentar la cobertura de vacunación del país, que hoy ronda el 95%.
Costa Rica ha logrado un esquema nacional de vacunación que protege a la población contra 13 enfermedades diferentes, como polio, rubéola, sarampión, influenza y varicela.
Cada año, las autoridades invierten alrededor de $14 millones en comprar miles de dosis, informó Vicenta Machado Cruz, del Programa de Inmunizaciones, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En el país hay grupos opuestos a los programas de vacunación obligatoria. Estos se han dedicado a distribuir panfletos en sitios públicos; entre ellos, en varias ferias orgánicas o en las llamadas ferias verdes.
José Zimmerman es uno de los más conocidos. Es húngaro de origen, vive en Cóbano de Puntarenas y reside permanentemente en el país desde 1990, cuando comenzó a esparcir sus ideas sobre los supuestos riesgos de las vacunas.
Además de vender libros, frutas y verduras orgánicas, Zimmerman reconoció que trabaja para promover la eliminación de la obligatoriedad legal de inmunizar a los niños.
En otros países, la acción de grupos similares al que lidera Zimmerman ha generado el resurgimiento de enfermedades que ya estaban controladas o erradicadas, como el sarampión o la tos ferina.
En Estados Unidos y Reino Unido, por ejemplo, ya varios niños han muerto a causa de complicaciones de enfermedades como esas.
Es necesario. Olga Arguedas, directora interina del Hospital Nacional de Niños, justificó la necesidad de contrarrestar las campañas antivacunas: “Las estrategias más efectivas incluyen la neutralización de la información pseudocientífica en que estos grupos basan sus aseveraciones”.
Alegó que se debe suministrar información correcta, clara y contundente sobre la eficacia y seguridad de las vacunas disponibles y la responsabilidad colectiva.
Por razones de salud pública, los padres o encargados de menores están obligados a cumplir con el esquema básico de vacunación, según lo establecen las leyes General de Salud, de Vacunación y de Niñez y Adolescencia.
Roberto Arroba Tijerino, coordinador de Inmunizaciones y secretario técnico de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, confirmó que en ese foro se ha discutido sobre las campañas de los antivacunas.
“Estamos claros en que es importante reforzar la parte educativa y de información hacia la población general sobre los beneficios de la vacunación a nivel individual y colectivo”, dijo Arroba.
La pediatra infectóloga, María Luisa Ávila Agüero, exministra de Salud, ha detectado en padres de origen extranjero esa “moda”; sobre todo, dice, de personas extremistas “que creen que es mejor enfermarse o que la enfermedad ahora es leve”.