Los pacientes en observación esperando en camillas y sillas son una de las principales causas que explican la saturación de los servicios de Emergencias de la Caja.
Estas escenas se han vuelto comunes en hospitales como el San Juan de Dios, Calderón Guardia, México, San Rafael de Alajuela y San Vicente de Paúl, en Heredia, al punto que han requerido la intervención del nivel central con órdenes para que otras unidades apoyen en el desahogo de estos centros de salud.
De las más de 5,7 millones de atenciones que dieron esos servicios el año pasado, un 22% (más de 1,2 millones) corresponde a enfermos que necesitaron permanecer en observación médica por un estado especial de salud, como alguna descompensación diabética o respiratoria.
Esa cantidad de atenciones solo incluyen la primera valoración. Si se incluyeran las revaloraciones, esa cifra se multiplicaría varias veces.
El emergenciólogo Alejandro Moya Álvarez, del Hospital Calderón Guardia, en San José, y miembro de la comisión de especialistas que está revisando estos servicios de la Caja, explicó que los pacientes que no son emergencias son los que saturan estos servicios.
LEA: Colapsa servicio de Emergencias del San Juan de Dios
"El paciente que se egresa no es el problema. Es el que permanece en observación de Emergencias. A las 12 horas de estar en esa área usted debería saber, como médico, qué debe hacer con ese paciente: o egresarlo o internarlo.
"El paciente (que así lo necesita) debería seguir un flujo hacia el hospital, pero esto no sucede muchas veces por otras razones (falta de camas), y esto es lo que satura estos servicios", agregó Moya.
Estos enfermos permanecen ahí consumiendo recursos del servicio, agregó el especialista.
LEA: Emergencias del hospital de Alajuela apenas respira
Para Moya, el problema no se resuelve con aumentar el número de camas hospitalarias, sino con un abordaje integral desde el modelo de salud en la parte preventiva, con el reforzamiento de la atención primaria, hasta continuar, por ejemplo, con un sistema de clasificación de pacientes en los servicios de Emergencias que agilice su atención.
Tanto la Defensoría de los Habitantes, como la Contraloría General de la República, han emitido informes donde piden a la CCSS resolver esta crisis crónica de los servicios de Emergencias.
El informe más reciente fue el de la Contraloría, que se elaboró durante el 2015 pero cuyos datos se presentaron a finales del año pasado.
Según esa investigación, los enfermos esperan en observación de Emergencias hasta cuatro días para ser internados, contraviniendo todas las normas internacionales sobre el flujo de pacientes en estos servicios.
'No emergencias'. El promedio nacional de 'no emergencias' es de un 60% de todas las atenciones, según registros de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La institución reconoce que debe fortalecer y ampliar los servicios de más hospitales para reducir, en lo posible, esas cifras.
Según informaron las autoridades de la Caja, se han invertido más de ¢44.000 millones en reforzar los servicios de Emergencias en todo el país, a partir de un diagnóstico de necesidades que se está haciendo con apoyo de una comisión de expertos.
Alejandro Moya asegura que esta es la primera vez que se está haciendo un abordaje integral de estos servicios.
La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, explicó que gran parte de esas inversiones se han dirigido al primer nivel de atención (Ebáis y Áreas de Salud) y hospitales regionales y periféricos.
Se ha destinado dinero no solo a infraestructura y equipamiento sino también a capacitación de personal.
Al menos, cada uno de los 29 hospitales del país tiene un médico especializado en Emergencias; con excepción de Upala, San Vito y Los Chiles, que están en proceso.
Entre las principales inversiones están las realizadas en el Hospital Tony Facio, de Limón, donde se destinaron ¢150 millones para la remodelación del actual servicio.
Ahí está previsto invertir más de ¢5.000 millones en una nueva infraestructura, totalmente equipada. Este es un proyecto programado para desarrollar entre 2019 y 2020.
Solo en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, la Caja destinó $2,5 millones en acondicionar el actual edificio de Emergencias, mientras avanza el proyecto del nuevo hospital.
Para uno de los hospitales en estado más crítico, el San Rafael de Alajuela, la institución tiene proyectado inyectar ¢1.500 millones en mejoras a partir del próximo año, según un cronograma presentado esta mañana en conferencia de prensa.
La institución, además, designó a una comisión de especialistas en Emergencias para que haga un diagnóstico de necesidades en todos los servicios del país.
El documento final estará listo en el transcurso de este año, dijo Moya.
La intención es estandarizar los servicios, de tal manera que quien reciba atención en Emergencia de San Vito tenga acceso a la misma calidad que recibe un paciente de un hospital central, como el México o el Calderón.
LEA: Defensoría pide a la Caja implementar medidas para resolver crisis en servicios de Emergencias
También se está diseminando un nuevo sistema de clasificación según prioridad, para agilizar los servicios que reciben los asegurados.
María del Rocío Sáenz, presidenta ejecutiva de la Caja, aseguró que es difícil que estas crisis no se vuelvan a repetir.
Los servicios, aseguró, han aumentado en cantidad de atenciones y en complejidad de los casos que reciben debido, entre otras razones, al incremento de víctimas de la violencia, principalmente, la vial.
LEA: Pacientes esperan hasta cuatro días en Emergencias por una cama
"Los servicios de salud, por definición, no son estándares. El comportamiento social de la población no es estándar. Uno puede educar con la mejor educación del mundo pero no le puede negar a una persona que vaya pasando por el hospital y haga una consulta. El tema es que esto hay que trabajarlo todo el tiempo, toda la vida, todos los días. No hay que descansar en este proceso", manifestó Sáenz.