El urólogo Fabián Fonseca Guzmán asegura que se enteró por las noticias sobre los supuestos pagos que recibieron varias personas por dar su riñón a enfermos extranjeros.
Esto le extrañó mucho a él y a otros miembros del equipo médico que fue convocado por el nefrólogo Francisco Mora Palma para hacer trasplantes de riñón en el Hospital Hotel La Católica.
“Cuando se fueron dando las diferentes noticias, nos dimos cuenta, con gran sorpresa, que no solo eran pacientes extranjeros (los que estaban involucrados en este caso), sino también de ticos, unos enviados a Israel”, manifestó el urólogo durante su comparecencia ante el Tribunal de Juicio de San José, la tarde de este jueves.
Fonseca Guzmán es el tercer médico que brinda declaración voluntaria en el caso que se sigue por supuesta trata de personas para extracción ilícita de órganos.
También declararon Francisco Mora Palma, quien lo hizo al comenzar el proceso, en setiembre; y Maximiliano Mauro Stamati, la mañana de este jueves.
LEA MÁS: Declaración de urólogo Maximiliano Mauro Stamati
Los otros dos imputados manifestaron, por medio de sus representantes legales, que se acogían a su derecho de no declarar.
Se trata del especialista en Vascular Periférico, Víctor Hugo Monge Monge, y el comerciante griego, Dimóstenes Katsigiannis Karkasi.
La acusación de la Fiscalía señala como líder de una red de tráfico de órganos al nefrólogo Francisco Mora Palma, quien fue jefe de esa especialidad en el Hospital Calderón Guardia.
Este médico, según Fonseca, contactaba a su colega Maximiliano Mauro Stamati para hacer las operaciones en el centro privado.
Mauro, a su vez, lo llamaba a él para que le ayudara en los procedimientos como cirujano urólogo asistente.
Este juicio se inició el 11 de marzo y está programado para finalizar el 30 de noviembre.
La lectura de las conclusiones por parte del Ministerio Público será el miércoles 8 de noviembre.
Documentos firmados
De las 12 cirugías que se realizaron y que forman parte de la investigación, Fonseca participó en nueve, confirmó el especialista.
En total, según la Fiscalía, son 14 las víctimas que aceptaron acuerpar la acusación contra los médicos y el comerciante griego. Dos de ellas, fueron a Israel pero no pudieron participar de la cirugía porque los deportaron.
En su comparecencia, el urólogo Fonseca aseguró que los pacientes que aparecen como donadores firmaron todos los consentimientos informados antes de las operaciones, así como las declaraciones juradas que confirmaban que no habían recibido pago alguno por dar el riñón.
También afirmó que a los pacientes, en el área de preanestesia, se les explicaron los riesgos asociados a la operación de donación de riñón.
El médico hizo esta aclaración porque varias de las víctimas en este caso, en sus declaraciones, dijeron que no les habían dado información suficiente para conocer las posibles complicaciones de una cirugía de estas.
Fonseca Guzmán insistió en que, sin la firma de varios consentimientos informados, no se puede proceder a operar al paciente.
“Nosotros solo nos dedicamos al acto médico quirúrgico. Después de la cirugía, al ser un paciente privado, el doctor Mora (Francisco Mora Palma) se encargaba del retiro de las grapas (implementos quirúrgicos que se usan en vez de sutura). El cuido y todo el posoperatorio estaba a cargo de este médico, lo mismo que el seguimiento y la evolución posterior”, explicó Fonseca.
“Hasta ese momento, nosotros no tenemos contacto con los pacientes. Nosotros damos por entendido que es el médico particular el que aclara las dudas al paciente y le da seguimiento”, insistió.
Fonseca confirmó la información que dio en su declaración esta mañana su colega Mauro: cuando empiezan a salir las noticias sobre trasplantes con extranjeros, se le consultó a Mora quien aclaró las preguntas.
“Luego de la detención del doctor Mora, nos empezamos a enterar de todo lo que las noticias decían. Yo le pregunto al doctor Mauro sobre las razones de la detención del doctor Mora en el Calderón si todas las cirugías a extranjeros habían sido en hospitales privados.
“Esas fue de las mayores sorpresas al escuchar las noticias. La preocupación fue el sentirnos engañados, y enojados. Era una situación que no sabíamos exactamente por qué estaba pasando.
“Volvimos a repasar lo hecho: esas cirugías estaban dentro de los parámetros que creíamos legales. No veíamos cuál había sido el problema, hasta que salieron las demás noticias y empezamos a escuchar que hubo pago de por medio”, declaró el médico.
“La reacción lógica de nosotros fue el enojo por el engaño. Todo el equipo estaba preocupado. Nunca habíamos estado en una situación de esas.
“Empezamos a buscar asesoría. y preguntamos cuál era la mejor opción en el caso de los trasplantes porque nosotros habíamos participado en algunas de esas cirugías”, recordó.