Es de los órganos más importantes del cuerpo humano: comienza a latir desde el vientre materno y sus latidos nos acompañan durante toda la vida, pero no todos se preocupan por cuidarlo. Tanto así, que el corazón es el órgano más enfermo.
En el país, los males cardíacos son la principal causa de muerte desde 1970, y en más de 40 años los números no han bajado.
Prueba de ello es que 4.801 costarricenses murieron el año pasado por problemas del corazón, según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS); 12 muertes por cada 100.000 habitantes, esto constituye el 25,5% de las muertes del territorio nacional.
Además, en el 2011 se dieron 20.207 hospitalizaciones en centros médicos públicos por esta causa, y en el 2011 la CCSS invirtió ¢97.029 millones en la atención de este tipo de enfermedades.
¿Las causas? Aunque una minoría de personas tiene factores genéticos que enferman este órgano, la mayoría de males y muertes se deben a lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama “enemigos del corazón”: el fumado, el sedentarismo y una dieta cargada de grasas y con pocas frutas y verduras.
Por otra parte, varias organizaciones realizarán hoy una serie de actividades como parte de las celebraciones del Día Mundial del Corazón.
“Hay cosas que podemos cambiar y otras que no. No podemos cambiar la edad o la genética, pero sí podemos evitar una enfermedad cardíaca haciendo ejercicio, aumentando el consumo de frijoles, frutas y verduras, no fumar”, comentó Luis Fernando Valerio, presidente de la Asociación Costarricense de Cardiología.
“Si toma licor, no tome más de dos copas o cervezas por día y deje un día de descanso. Las personas con hipertensión o colesterol alto no deben dejar sus tratamientos aunque se sientan mejor”, añadió.
¿Qué le sucede al corazón? Las formas más comunes de males cardiovasculares son el infarto agudo al miocardio y el accidente cerebrovascular (o derrame cerebral).
Según el cardiólogo Rodrigo Monge, un infarto se da por la obstrucción de la arteria coronaria.
La mayoría de las obstrucciones se da por una acumulación de grasa en la arteria (llamada placa) que bloquea una coronaria. La placa interrumpe el flujo de sangre a la sección del músculo cardíaco alimentado por la arteria. Si la sangre no llega a una porción del músculo cardíaco, esta morirá.
Por otra parte, hay dos tipos de derrames cerebrales: el isquémico y el hemorrágico.
El isquémico se da cuando una arteria del cerebro se bloquea e impide el flujo de sangre a una parte del cerebro. Las células mueren por falta de oxígeno y nutrientes.
El hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe y sangra, con lo que las células no reciben oxígeno.
Sin embargo, las muertes no son la única consecuencia. En muchas ocasiones estas enfermedades no matan, pero sí dejan serios problemas en la calidad de vida.
“Un infarto puede dejar trastornos en las válvulas del corazón o fallas cardíacas y les puede faltar el aire para movilizarse, algunos tienen hasta dificultades para dormir por falta de aire”, explicó .
Problema mundial. Datos de la OMS señalan que cada año 17,3 millones de personas mueren por males cardíacos. Además, se calcula que para el 2030, morirán cerca de 23,6 millones de personas por este tipo de padecimientos.
La situación golpea más en países desarrollados porque el estilo de vida impulsa a sus habitantes a hacer poco ejercicio, una vida agitada y mala alimentación; pero hay más muertes en países subdesarrollados donde hay menos acceso a atención médica.
En Costa Rica, las provincias que tienen más muertes son las mismas que registran más casos: San José y Alajuela.