Los agricultores de la UE están denunciando la competencia externa, así como la carga burocrática y las regulaciones ambientales que enfrentan.
El gobierno cortó los convenios con las municipalidades para brindar la asistencia alimentaria y firmó acuerdos con la Iglesia Evangélica y Católica.
Uno de los principales puntos de tensión entre los agricultores y las autoridades es el acuerdo que la UE y el bloque sudamericano del Mercosur negocian desde hace 20 años, y que, según el área agraria, asestaría un duro revés a este sector en Europa