De Cañas a Liberia en una vía de primer mundo
La ampliación de esta importante carretera representa un impacto positivo para el país en áreas como el turismo y el transporte de materiales.
A partir de este 2016, sobre las vías de la nueva carretera Cañas-Liberia transitará el progreso hacia la provincia de Guanacaste y el resto del país.
Esta trascendental obra ya se estrenó parcialmente en dos actos distintos: en diciembre del 2015 y en marzo del presente año, cuando quedaron habilitados dos tramos que suman el 50% de los 50,5 kilómetros intervenidos. Con la inauguración oficial estará disponible la totalidad de una vía que solo puede ser catalogada como infraestructura de primer mundo.
La pista cuenta con cuatro carriles en losa de concreto y presenta numerosas facilidades para que los viajeros se desplacen de manera cómoda y segura.
"Esta carretera se convertirá en un motor estratégico que impactará positivamente en sensibles áreas para el país, como el turismo y el transporte de materiales", resaltó el jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Carlos Villalta.
La obra fue desarrollada por el Consorcio FCC, Consorcio Codocsa-Holcim/PC, Constructora Meco, Constructora Sánchez Carvajal y Puentes y Calzadas Infraestructura, bajo supervisión del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Los trabajos hechos a lo largo de estos años convierten el paisaje guanacasteco en un moderno corredor, atractivo desde el punto de vista arquitectónico y funcional para que todo tipo de vehículos se movilicen en busca de playas, poblados, o bien, hacia la frontera norte.
Gran inversión
El contrato se amplió para mejorar los alcances de la carretera
La megaobra se construyó con fondos provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En total, la inversión alcanzó los $204,75 millones, de los cuales $135,42 se utilizaron propiamente en trabajos de la carretera; $34,61 en la rehabilitación y construcción de puentes y los otros $34,72 en habilitar los intercambios.
Según explicó el Ministro, "el contrato original con el BID se amplió en $41,32 millones para cumplir con trabajos adicionales que optimizaran las condiciones de seguridad y funcionalidad".
En este proceso, las comunidades guanacastecas tuvieron una activa participación y contribuyeron a mejorar el proyecto de manera muy activa (vea nota aparte dentro de este mismo especial).
La nueva vía también toma en cuenta la enorme biodiversidad de las zonas que atraviesa, así que no es solo amigable con los conductores y peatones, sino también con otro tipo de “usuarios”.
La voz comunal resonó positivamente
La participación de las comunidades guanacastecas impactó de manera muy positiva el proyecto de la nueva carretera Cañas-Liberia.
Decenas de vecinos de los cantones de Liberia, Bagaces y Cañas participaron en reuniones a lo largo del proceso de diseño y construcción, entre los años 2012 y 2014. Así, tuvieron oportunidad de recibir información de primera mano y hacer sugerencias que finalmente provocaron mejoras en la obra.
Para los trabajos relacionados con la carretera se hicieron consultas comunales en los gimnasios de Liberia, Bagaces y Cañas, en junio de 2012.
Doña Adina Rojas es una de las liberianas que se involucró en el proceso que ahora desemboca en la carretera.
Según relata, empezó a hacer preguntas apenas le llegó informalmente la noticia de esta nueva obra. “Fui hasta el Conavi, pedí una cita y ahí me enteré de la magnitud de lo que estábamos hablando. Luego empecé a convocar a la gente para que entre todos tuviéramos una participación”.
Poco a poco, los vecinos se fueron empoderando. “Pedimos planos, organizamos reuniones y, afortunadamente, nos escucharon cuando hicimos sugerencias. Aquí lo importante es interesarse”, afirmó con satisfacción.
El vínculo con las comunidades fue mucho más estrecho porque el BID (que aportó el crédito para la carretera) solicita mucho acercamiento con los vecinos.
Los cambios
Los siguientes son los ajustes al proyecto hechos a partir de las sugerencias de los vecinos:
- Los intercambios (entrada y salida) de Bagaces y Cañas se modificaron para aumentar el tamaño del viaducto y así permitir mayor movimiento de automóviles en esos cantones.
- Se diseñaron intersecciones ubicadas en los barrios Upala, La Cruz y cerca del Colegio Laboratorio, para mejorar la seguridad y los movimientos internos.
- En Bagaces, se facilitó el acceso al centro de salud.
- Se aumentó la colocación de ciclovías, barandas de seguridad y puentes peatonales.
- Se modificó la cantidad y ubicación de bahías para autobuses.
Paso a paso
La nueva vía incluye tres intercambios para facilitar la entrada y salida de Liberia, Bagaces y Cañas. Este fue el procedimiento mediante el cual los vecinos de esas comunidades recibieron información sobre el proyecto:
1. Hubo un proceso de revisión de los prediseños, en el que participaron representantes del Cosevi, Ingeniería de Tránsito, Departamentos Técnicos de las Municipalidades, Proceso de Gestión Ambiental del MOPT, etc.
2. Se hicieron presentaciones de esos diseños preliminares, con los detalles más relevantes, para informar a los habitantes de las zonas aledañas.
3. Se realizaron convocatorias masivas para que los ciudadanos acudieran a las diferentes presentaciones y se informaran sobre los avances del proyecto. Ahí tenían oportunidad de escuchar la información y hacer consultas.
4. Al final de cada reunión se dejaba un contacto de la Unidad Ejecutora o del Programa de Gestión Ambiental, para atender preguntas adicionales y sugerencias. Podían hacerlo por escrito, por teléfono o por correo electrónico; en Bagaces, incluso, se instaló una oficina de atención de quejas y consultas.
Las reuniones se llevaron a cabo en mayo del 2014. Por el cantón de Cañas participaron 70 personas; de Bagaces asistieron 30, mientras que de Liberia lo hicieron 120 habitantes.
Fórmula exitosa
De acuerdo con Abraham Pérez Kiamber, encargado Ambiental, Social y de Salud Ocupacional del Proyecto, la experiencia resultó tan positiva que la van a seguir aplicando en obras similares.
“No solo se podría repetir, sino mejorar y utilizar como una condición antes del proceso de diseño. Sin duda alguna, las comunidades receptoras de nuestros proyectos son las que mejor pueden brindar puntos de vista como locales”, afirmó Pérez.
Las reuniones se hicieron después de las 5:30 p. m., para dar oportunidad a que las personas salieran de sus trabajos y así garantizar la mayor participación posible.