Redacción y Agencias La campaña electoral en Nicaragua no ha estado exenta de ataques, ni de inesperadas y sorprendentes uniones de última hora.
En este último caso destaca la adhesión que le dio el partido Liberal Nacionalista (PLN) al FSLN el sábado 26 de agosto.
El PLN es el partido fundado por Anastasio Somoza García, quien mantuvo una dictadura que heredó a sus hijos Luis y Anastasio. Fue precisamente el FSLN el grupo que peleó por derrocarlos en una guerra que cobró 75.000 vidas hasta 1979.
Mientras tanto, el PLC se ha dedicado en las últimas semanas a acusar al partido de Montealegre por, según ellos, destruir propaganda electoral de todos los partidos.
El candidato de la ALN ha hecho caso omiso a las afirmaciones y más bien ahora en sus discursos hace énfasis en la necesidad de destruir lo que denomina “el pacto entre sandinistas y liberales (haciendo alusión al PLC de Alemán)” con el fin de liberar a Nicaragua.
Por su parte los disidentes sandinistas, agrupados en el MRS, insisten a cada momento en recordar al electorado cómo Daniel Ortega traicionó la verdadera causa de la lucha del sandinismo.
Hasta Edén Pastora, el Comandante Cero, y que parece sin posibilidades, dijo que quiere ganar para “enseñar a los políticos a no robar”.