Buenos Aires. AP, AFP y Reuters. Luego de una maratónica sesión, la Cámara de Diputados argentina aprobó ayer un proyecto de ley impulsado por el Gobierno sobre un adversado sistema de tributos a la exportación de granos.
La iniciativa generó un prolongado conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario que incluyó cuatro huelgas que paralizaron el país más de 100 días y causaron desabastecimiento.
Además, la disputa golpeó la imagen de la presidenta argentina, Cristina Fernández, y afectó los indicadores económicos pues se detuvo la exportación de granos durante el conflicto.
Tras 18 horas de debate, transmitido en directo por varios canales, el proyecto se aprobó ayer por 129 votos a favor y 122 en contra.
El oficialismo necesitaba 125 votos para obtener sanción en primer debate del proyecto de ley, que ahora deberá aguardar la aprobación del Senado. Se espera que la Cámara Alta debata el proyecto la próxima semana.
Hace dos semanas, Fernández envió el proyecto al Congreso en un intento por destrabar el conflicto, que derivó en protestas callejeras y provocó un fuerte descenso en su popularidad.
El oficialismo, que posee mayoría en ambas cámaras del Congreso, aceptó antier introducir algunas cláusulas complementarias al proyecto original, ampliando las compensaciones a los pequeños productores rurales y simplificando el cobro de esos reintegros.
Así, quienes exporten hasta 300 toneladas al año pagarán 30% de impuestos y hasta 750 toneladas al año, 35%, lo que beneficiará a entre el 85% y el 90% de los productores, según el presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi.
Sin embargo, las principales organizaciones rurales advirtieron que esos cambios introducidos no son más que “maquillaje”, lo cual podría suscitar nuevas protestas.
Fisura peronista. Pese al resultado favorable al Gobierno, el debate del impuesto reveló una crisis interna en el Partido Justicialista (peronista), liderado por el expresidente y esposo de la mandataria, Néstor Kirchner.
Varios de sus congresistas se expresaron abiertamente en contra del proyecto, mostrando las primeras fisuras en un frente que hasta ahora parecía monolítico.
Argentina es líder mundial en exportaciones de harinas y aceites de soya cuya cosecha actual está valorada en $24.000 millones, de los cuales el Gobierno aspira a recaudar $11.000 millones a través de impuestos.