Islamabad . El ejército estadounidense utilizó ayer en la mañana por primera vez helicópteros para sobrevolar Kabul, sin provocar una respuesta de la defensa antiaérea talibán, según los testigos, otro hecho sin precedentes en dos semanas de campaña aérea.
Los bombardeos aéreos sobre Kabul se reanudaron este domingo. Diez civiles murieron y otros doce resultaron heridos cuando una bomba cayó en un barrio residencial del norte de la capital, declararon testigos a un periodista de AFP presente en el lugar.
Este es el mayor balance de víctimas civiles comunicado por testigos desde el inicio de las operaciones aéreas en Afganistán, el pasado 7 de octubre.
Abdul Hanan Hemat, director de Bajtar, la agencia oficial de los talibanes, manifestó que los ataques causaron 18 muertos y 23 heridos.
Repartir armas
El gobierno talibán decidió ayer, durante una reunión de urgencia en Kabul, hacer nuevas distribuciones de armas y municiones "en los pueblos y las regiones para combatir las operaciones de los comandos", anunció la agencia Afghan Islamic Press (AIP), citando fuentes oficiales.
La capital afgana también fue sobrevolada durante la noche por aviones de reacción a baja altura. Las baterías antiaéreas, escuchadas el sábado por la noche en Kabul, ayer se quedaron mudas.
Estos vuelos hacen suponer que, después de dos semanas de bombardeos ininterrumpidos, el ejército estadounidense adquirió un grado de confianza suficiente frente a la defensa aérea talibán.
La aviación estadounidense bombardeó igualmente este domingo la línea de frente entre los talibanes y los combatientes de la oposición en la provincia de Samangán (norte), según AIP.
El debilitamiento de la defensa aérea de los talibanes, que fue uno de los blancos de la campaña aérea, podría facilitar operaciones terrestres, como la que llevaron a cabo comandos paracaidistas durante la noche del viernes en el sureste de Afganistán.
"Víctimas"
La operación provocó "víctimas" entre las fuerzas talibanes, mientras que dos soldados estadounidenses resultaron heridos al saltar en paracaídas, según Richard Myers, jefe de Estado Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
En Pakistán, un accidente de un helicóptero de ataque MH-60 Blackhawk de la fuerza de apoyo táctico causó dos muertos y tres heridos, con lo que ascienden a tres el número de militares estadounidenses fallecidos desde el inicio de la operación.
El primero fue un sargento del ejército del aire que pereció el 11 de octubre.