Los gobiernos de El Salvador, Honduras y México no dan tregua a las maras y adoptaron nuevas medidas con el fin de minar la presencia de estos pandilleros en estos países o fuera de ellos.
En sendas publicaciones, El Diario de Hoy (El Salvador) y La Prensa (Honduras) indicaron ayer que las autoridades policiales de ambos países podrán capturar a los mareros del otro país, mediante una orden de captura internacional.
La medida entraría en vigencia en 60 días, luego de que los cancilleres de ambas naciones ultimen detalles en una reunión que estaría por definirse en Tegucigalpa o San Salvador.
“Es importante adoptar medidas y combatir las maras extrafronteras”, señaló Francisco Bertrand Galindo, secretario Jurídico de la Presidencia de El Salvador.
“Mano dura”
Esta acción se enmarca en el plan “Mano Dura” que ambos gobiernos comenzaron a aplicar –por separado– desde mediados de este año y que, según ambos rotativos, dejó como resultado que más de 7.000 mareros fueran detenidos en El Salvador, y un número similar en Honduras.
Además, en el primer país la policía efectuó 243.933 operaciones en diferentes comunidades, número que irá en aumento en el 2004, según la Policía Nacional Civil salvadoreña.
Detenciones
En México, las autoridades del sureño estado de Chiapas arreciaron sus acciones contra los pandilleros: 31 mareros fueron detenidos este fin de semana en la línea fronteriza entre la nación azteca y Guatemala.
El gobierno estatal señaló en un comunicado que los pandilleros fueron aprehendidos por agentes del grupo interinstitucional, que aglutina a todas las fuerzas policíacas, y que además les decomisaron armas y drogas.
Los detenidos son 16 salvadoreños, siete guatemaltecos, tres hondureños y cinco mexicanos.
En Tapachula y Suchiate, por su cercanía con Guatemala, existen cientos de pandilleros de la ‘Mara Salvatrucha’ de las agrupaciones ‘M-13’ y ‘M-18’, cuya rivalidad los ha llevado a enfrentarse en reiteradas ocasiones.
Esas organizaciones buscan en la frontera sur de México el control de zonas transitadas por miles de inmigrantes que pretenden cruzar el país para llegar a Estados Unidos en busca de mejores perspectivas económicas.
Reportes periodísticos mexicanos y guatemaltecos dieron cuenta, la semana pasada, de matanzas –a machetazos y puñaladas– que los mareros cometieron contra inmigrantes del istmo, quienes viajaban en un tren.
Por tal motivo, las autoridades mexicanas anunciaron ayer un aumento de la presencia de efectivos en la línea fronteriza con la vecina Guatemala.
El problema de las maras cobró especial relevancia este año cuando trascendió, en julio, que el istmo estaba diezmado por cerca de 100.000 pandilleros.