Londres. AFP. El primer ministro británico, Tony Blair, anunció que dejará su cargo antes de un año, en un intento por calmar la crisis que amenaza a su gobierno, aunque se negó a dar una fecha precisa para su partida.
El Primer Ministro ha rechazado en repetidas ocasiones discutir sus planes para partir, a pesar de que el Partido Laborista exige su renuncia para restablecer su dañada autoridad.
Blair, quien cumplirá en mayo próximo 10 años en el poder, fue obligado a romper el silencio luego de dos días de tormenta política en el seno de su partido.
“El próximo congreso anual, dentro de dos semanas, será el último al que asista como líder del Partido Laborista”, expresó Blair, quien dijo no considerar conveniente el dar una fecha.
En un aparente intento conjunto por calmar las tensiones, el ministro de Finanzas, Gordon Brown, señalado por muchos como el sucesor de Blair y acusado por algunos de haber orquestado un golpe contra él, dijo que apoyaría cualquier decisión tomada por el Primer Ministro.
Después de la declaración de Blair, Brown no realizó comentarios, pero uno de sus principales aliados mostró su escepticismo. “No me parece que el público sepa nada nuevo sobre los planes de retiro del Primer Ministro”, sostuvo el legislador Doug Henderson.
El tema de la partida de Blair ha perseguido su mandato durante casi dos años. En el 2004 afirmó que no buscaría un cuarto mandato consecutivo, pero no dijo cuándo entregaría el poder.
La próxima elección general está prevista para celebrarse a más tardar en mayo del 2010.
Expectativa. Las especulaciones sobre la fecha de su partida se han multiplicado en los últimos días. Ayer la cadena de televisión Sky News dijo que Blair dejaría su cargo el 4 de mayo, pero un portavoz desmintió la versión.
Se cree que los partidarios de Brown se oponen a un traspaso de poder posterior al mes de mayo, en especial porque ello significaría que los primeros 100 días de gobierno terminarían a mitad de las vacaciones del verano boreal.
Las declaraciones de Blair ayer se dieron luego de un día confuso llamado por algunos el “miércoles negro”, en el que un ministro y otros siete cargos renunciaron tras exigir la renuncia inmediata del Primer Ministro.
La rápida sucesión de acontecimientos se desencadenaron luego de que el diario The Sun reportara que Blair pensaba dejar su puesto en julio.
El miércoles, Blair y Brown se enfrentaron cuando el ministro pidió que Blair renunciara lo suficientemente pronto para permitir a su sucesor tomar posesión en mayo, pretensión que el Primer Ministro calificó como “totalmente irracional”.
El enfrentamiento verbal continuó, y el diario de izquierda The Guardian publicó que el Primer Ministro autorizó a su equipo a utilizar la palabra chantaje para describir las acciones del ministro Brown.