Fort Lauderdale. AFP La renuncia del presidente boliviano, Carlos Mesa, centró la atención ayer de la última jornada de la Asamblea General de la OEA, uno de cuyos objetivos era, precisamente, ponerse de acuerdo sobre un sistema para prevenir crisis de gobernabilidad en el hemisferio.
Estados Unidos y Venezuela, con relaciones bastante deterioradas, cruzaron fuego cuando Washington acusó a Caracas de injerencia en la política interna boliviana.
Los cancilleres y delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA) reunidos en Fort Lauderdale (Florida) emitieron una resolución de apoyo a Bolivia y para que se respete el "proceso democrático" en la sucesión presidencial, si es que el Congreso admite la renuncia de Mesa.
Además, La OEA se ofreció a contribuir al diálogo.
El canciller boliviano Juan Ignacio Siles dijo que su país necesitaba una resolución de apoyo de la OEA para "quien por sucesión constitucional le corresponda asumir la presidencia".
El tema de Bolivia desplazó en prioridad a otro más polémico sobre el papel de la OEA en la prevención de las crisis de gobernabilidad en Latinoamerica.
Esa iniciativa estadounidense pareció desinflarse a medida que múltiples países torpedearon la de establecer un mecanismo para vigilar que los gobiernos elegidos gobiernen de manera democrática, visto por algunas naciones como un plan intervencionista.
Venezuela, que se sintió aludida por la propuesta de vigilancia de la democracia, acusó a Estados Unidos de "echarle leña al fuego" por tratar de vincular al presidente Hugo Chávez (Venezuela) con la inestabilidad en Bolivia.
El subsecretario de Asuntos Interamericanos de Estados Unidos, Roger Noriega, dijo ayer que "el perfil" de Chávez "en los acontecimientos en Bolivia es obvio para todo el mundo".
"Eso es realmente preocupante", agregó, haciéndose eco de viejas versiones que indican que Chávez apoya financieramente a sectores opositores bolivianos como el Movimiento al Socialismo, del líder cocalero Evo Morales, uno de los mas acérrimos opositores a Mesa.
El canciller venezolano Alí Rodríguez reclamó a Noriega que entregue pruebas del supuesto papel de Chávez en la desestabilizacion de Bolivia, y dijo que Noriega lo que hace es "echarle leña al fuego" y "alejar más cualquier posibilidad de mantener una buena relación con Estados Unidos".