Viena. AFP. La nacionalización de los hidrocarburos de Bolivia se convirtió ayer en el eje de la apertura de la cumbre eurolatinoamericana de Viena, con el presidente Evo Morales defendiendo enérgicamente su decisión.
Por su parte, la Unión Europea exigió una aclaración sobre el alcance de la medida y puso sobre la mesa la cuestión de la "seguridad jurídica".
En una declaración que opacó otros hechos de la reunión, Evo Morales, dijo que su gobierno no indemnizará a las petroleras extranjeras por su decisión de nacionalizar los hidrocarburos, al tiempo que criticó a la brasileña Petrobras por operar "ilegalmente" en su país.
"Las empresas tienen todo el derecho de recuperar su inversión y tener derecho a utilidades, pero no pueden ejercer el derecho de propiedad", sostuvo Morales.
La ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik, anfitriona de la cita, exigió a Morales que "tenga en cuenta la cuestión de la confianza, la seguridad jurídica y la previsibilidad" en el proceso de nacionalización.
Además de poner en manos del Estado la producción de crudo y gas natural del país, la medida incluyó la expropiación parcial de dos refinerías de Petrobras (la empresa brasileña de petróleo) en Bolivia y de la filial local de la petrolera española Repsol-YPF REP.MC , por las que La Paz está dispuesta a compensar a las compañías.
"Petrobras operaba con contratos ilegales, inconstitucionales, que no respetaban las normas bolivianas", dijo en referencia a que los contratos nunca fueron ratificados por el Congreso boliviano como marca la ley.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, se declaró indignado por las acusaciones de Morales. "Si quiere traducir eso por indignación, no estará equivocado", dijo en rueda de prensa en Viena.
Para hoy se espera en la cumbre la irrupción del venezolano Hugo Chávez, quien ayer llegó a Viena y fue recibido por centenares de simpatizantes en el hotel.