La Paz. EFE y DPA. Mineros y campesinos, dos sectores sociales afines al presidente boliviano, Evo Morales, bloquearon ayer por separado importantes carreteras del país, incluidas las que llevan hacia Chile y Argentina.
Miles de afiliados a la Federación de Cooperativas Mineras (Fecomin) cortaron las vías entre las ciudades de La Paz, Oruro, Cochabamba y Potosí, en el occidente andino, así como las carreteras hacia Chile y Argentina.
Los cooperativistas exigen a Morales, que se encontraba en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU, que haga respetar sus concesiones mineras ante las invasiones de campesinos e indígenas que las reclaman como suyas, así como un plan para reactivar el sector.
Además, se oponen a un nuevo impuesto a la producción minera que estudia el gobierno.
El presidente de Fecomin, Pascual Huarachi, explicó que los bloqueos comenzaron porque Morales no atiende sus peticiones, pese a que el ministro de Minería, Walter Villarroel, era el máximo dirigente del sector.
El portavoz del gobierno, Alex Contreras, informó que los cortes de ruta se registran “no solamente en el departamento oriental de Santa Cruz, sino también en el occidente del país”, en un hecho que mantiene virtualmente incomunicadas a varias ciudades.
Santa Cruz. Entre tanto, en el oriente tropical del país, la Central de Pueblos Etnicos de Santa Cruz y otras organizaciones indígenas y campesinas cortaron desde la madrugada las rutas entre la capital de esa región, del mismo nombre, y los departamentos del Beni y Cochabamba.
Sin embargo, no han logrado cumplir su meta de cercar la ciudad de Santa Cruz, la más desarrollada y poblada de Bolivia, con un millón y medio de habitantes, que está gobernada por opositores a Morales, contra los que realizan el bloqueo.
Los campesinos e indígenas reclaman que la Asamblea Constituyente instalada en agosto en Sucre tenga poderes sobre las demás instituciones estatales, para cumplir el objetivo de Morales de refundar Bolivia, y que tome decisiones por mayoría, en vez de los dos tercios que pide la legislación vigente.
El gobierno hizo el martes llamamientos a la suspensión del cerco a Santa Cruz que algunos medios informativos bolivianos calificaron de “tibios”.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, aseguró ayer que no se puede hablar de un país bloqueado, sino de “una situación preocupante” contra la que el gobierno ha tomado rápidas acciones para negociar con los manifestantes.
Los bloqueos obligaron a la terminal de buses de La Paz a suspender servicios, mientras la Cámara Boliviana de Transporte se quejó del perjuicio en las rutas de exportación a Chile y Argentina.