Legisladores del partido izquierdista de la Revolución Democrática (PRD) tomaron el control de la tribuna de la Cámara de Diputados y por primera vez en la historia contemporánea mexicana, el Presidente se limitó a entregar su informe por escrito y salir del lugar sin leer el mensaje.
La acción fue una protesta del PRD por un supuesto fraude electoral contra su candidato Andrés Manuel López Obrador.
Fox retornó a la residencia presidencial de Los Pinos para enviar desde ahí su último informe, antes de dejar el poder el 1 de diciembre.
El incidente ha comenzado a dividir opiniones sobre en quién recae la mayor responsabilidad por el impedimento para la lectura del discurso presidencial y la agudización de la tensión política.
Los dardos apuntan indistintamente al PRD, por intransigencia, como a Fox, a quien sus detractores lo acusan de carecer de habilidad para desactivar conflictos.
“Desde luego hay muchos responsables, pero hay un principio político básico para saber quién tiene más responsabilidad: quien más poder tiene más responsabilidad tiene... y quien tiene institucionalmente más poder es el Presidente de la República”, dijo el analista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo.
En el diario Reforma, la analista Denise Dresser comentó que el incidente deja “un panorama preocupante que crispa aún más los ánimos en vez de atemperarlos con un PRD dispuesto a la confrontación... (y) un Presidente desvinculado de la realidad ríspida que lo rodea”.