La convención demócrata, en la que se designará oficialmente a Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca, se abre este lunes en Filadelfia (noreste), en medio del escándalo que llevó a la dimisión de la presidenta del partido.
Debbie Wasserman Schultz, golpeada por una filtración de correos internos, anunció el domingo su renuncia a la presidencia del Partido Demócrata.
Los demócratas querían aprovechar la convención para dar la imagen de un partido unido y en orden de cara a la elección presidencial de noviembre, a diferencia de la convención republicana, en la que el 21 de julio se invistió a Donald Trump como candidato.
El senador Bernie Sanders pidió este lunes a sus simpatizantes votar por Hillary Clinton como presidenta de Estados Unidos, para detener la aspiración del "demagogo" Donald Trump de llegar a la Casa Blanca.
"Tenemos que derrotar a Trump. Tenemos que elegir a Hillary Clinton y Tim Kaine", dijo el senador de Vermont ante decenas de simpatizantes durante su discurso en la convención del Partido Demócrata en Filadelfia.
El experimentado senador de 74 años presentó una formidable oposición a Clinton en la elección interna, alcanzando el 43% de los delegados a la convención que comienza este lunes en Filadelfia.
Al inicio de la campaña, la convención era vista como una mera formalidad para oficializar la candidatura de Clinton, y sin embargo el partido llega a esta instancia crucial en una abierta crisis y con heridas de una profundidad que nadie esperaba ver en esta fase.
La divulgación de miles de correos electrónicos de la dirección del partido claramente muestran cómo altos dirigentes favorecieron abiertamente a Clinton y hasta discutieron tácticas para perjudicar la campaña de Sanders.
Como consecuencia del espectacular escándalo, el domingo la presidenta del Comité Nacional del partido Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, anunció que renunciará a su cargo al fin de la convención, en la que tampoco realizará un discurso como estaba previsto.
Sanders pasó gran parte de la elección interna pidiendo la renuncia de Schultz por considerar que estaba poniendo el partido a disposición de Clinton en vez de garantizar una disputa limpia, y los correos divulgados sugieren que el veterano senador estaba en lo cierto.
Por eso este lunes, profundamente irritados con el escándalo, seguidores de Sanders lo abuchearon cuando el senador pidió el apoyo para Clinton.
"íHermanos y hermanas...! Hermanos y hermanas, éste es el mundo en el que vivimos", dijo Sanders durante un momento de su discurso.
De acuerdo con Sanders, "Trump convirtió los prejuicios y el odio en los pilares de su campaña. Ha insultado a mexicanos y latinos. Ha insultado a musulmanes y mujeres y ha insultado a los ciudadanos negros".
El polémico multimillonario "es un peligro para el futuro del país y debe ser derrotado", comentó, y por eso, adelantó, pretende "hacer todo lo que necesario para ver que lo derrotemos".
Escándalo en el partido
La puesta en escena de la convención, en la que participarán miles de delegados demócratas de todo Estados Unidos, se vio trastocada el viernes por la publicación en el sitio WikiLeaks de casi 20.000 e-mails internos de altos dirigentes del partido en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias.
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Este aparente favoritismo fue algo que el excontrincante de Clinton, Bernie Sanders, había denunciado en varias ocasiones.
Pocas horas antes de la ceremonia de investidura, el FBI anunció que investigará la filtración. El organismo "está trabajando para determinar la naturaleza y alcance" del ciberataque, indicó en un comunicado.
Wasserman Schultz anunció su dimisión el domingo, a 24 horas de la apertura de la convención. "La mejor forma para mí de cumplir esos objetivos [que Hillary Clinton sea elegida presidenta] es renunciar a mi puesto de presidenta del partido al finalizar la convención", escribió en un comunicado.
Unas horas antes, Sanders había criticado de nuevo la parcialidad de la dirigencia del partido en el proceso de primarias, que siempre consideró injusto para un 'outsider' como él: "El partido ha estado de lado de Clinton desde el primer día", dijo en la cadena NBC.
Pero el senador de Vermont prefiere no convertir esta controversia en un 'casus belli'. "Mi trabajo al día de hoy es hacer que Donald Trump sea derrotado y Hillary Clinton, elegida", aseguró.
El entorno de Clinton sugirió que los piratas rusos que se sospecha que robaron los mensajes lo hicieron "para ayudar a Donald Trump". "Es preocupante", dijo su director de campaña, Robby Mook, en la televisora ABC.
Un sondeo realizado por la cadena CNN y divulgado este lunes muestra a Trump por delante de Clinton en escenarios que consideran un duelo directo y otro en que le suman la candidata del Partido Verde, Jill Stein, y el libertario Gary Johnson.
En el choque directo, Trump tiene una ventaja de 48% a 45% en intención de voto, pero en un escenario de cuatro candidatos supera a Clinton por cinco puntos (44% a 39%), de acuerdo con el sondeo.
A pesar de las altas temperaturas, el centro de Filadelfia fue tomado el domingo por miles de manifestantes, muchos más y mejor organizados que los grupos que protestaron durante la convención republicana en Cleveland.
Entre varias demandas ecologistas, las camisetas y las pancartas a favor de Sanders eran omnipresentes, y cientos de partidarios del perdedor de las primarias desfilaron ruidosamente.
Muchos de ellos ven en la filtración de WikiLeaks la confirmación de sus sospechas: "Los mensajes demuestran lo que sabíamos desde el principio", dijo Dora Bouboulis, oriunda de Vermont.
Pero en conjunto, los electores de Sanders apoyan en gran medida a Clinton, según los sondeos.
Las nuevas promesas y los pesos pesados del Partido Demócrata -entre ellos el presidente Barack Obama y el exmandatario Bill Clinton-, pronunciarán discursos a lo largo de los cuatro días que durará la convención, celebrada en el Wells Fargo Center.
Los oradores defenderán la experiencia y la competencia de Hillary Clinton, quien fuera primera dama, senadora y secretaria de Estado, y denunciarán el discurso de división de Donald Trump.
"La próxima semana en Filadelfia daremos una visión muy diferente de nuestro país", prometió Clinton, de 68 años, en un acto en Miami (Florida) el sábado, con su compañero de fórmula, Tim Kaine, senador por Virginia.
Hispanos marchan para pedir fin de deportaciones
Horas antes de que arranque la Convención, inmigrantes y activistas marcharon por el centro de la ciudad para pedir un fin a las deportaciones y presionar a la precandidata demócrata Hillary Clinton para que exija lo mismo.
Al grito de "¡Aquí estamos y no nos vamos!" y con carteles que decían "Ningún ser humano es ilegal", los manifestantes desafiaron el calor y caminaron desde Capitol Park hasta el ayuntamiento para denunciar la separación de familias inmigrantes.
"La señora Clinton tiene la oportunidad de demostrar que no sigue la política racista y xenófoba de Donald Trump", dijo Rosi Carrasco, una inmigrante mexicana, en referencia al candidato republicano a la presidencia.
"Clinton puede hacer un llamado para parar las deportaciones. No podemos esperar a las elecciones de noviembre. Tiene que ser ahora", agregó Carrasco, que no tiene autorización para vivir en Estados Unidos y que viajó desde Chicago para participar en la protesta.
Durante la presidencia de Barack Obama, más de 2,4 millones de personas han sido deportadas, lo que representa casi lo mismo que la cifra total de expulsados durante las de sus dos predecesores.