Al menos 17 miembros de las fuerzas del orden y 40 yihadistas murieron en dos ataques del grupo Estado Islámico (EI) contra bases del ejército y de la policía en el oeste de Irak, informaron este jueves fuentes médicas y de seguridad.
Los yihadistas atacaron el cuartel general de la policía en Hit, matando a 11 policías, y lanzaron un asalto a la base militar de Ramadi, en el que murieron seis soldados. Veinte yihadistas murieron en cada uno de los dos combates, añadieron las fuentes.
Cerca de Ramadi (100 km al oeste de Bagdad), los yihadistas atacaron por la noche el cuartel general de la octava brigada por tres frentes, informó el general Awad al Dulaimi.
Dos vehículos militares bomba conducidos por sendos kamikazes estallaron frente a la base, creando una brecha en el muro. Luego 13 kamikazes con cinturones de explosivos asaltaron el edificio, añadió.
"Hemos matado al último de ellos a las 05H00 (02H00 GMT) después de enfrentamientos violentos. También matamos a siete que llegaban de otros sitios", añadió.
Un médico del hospital de Ramadi dice haber recibido los cuerpos de tres miembros de las fuerzas de élite.
En Hit, a 150 km al oeste de Bagdad, el ataque también empezó con la explosión de dos coches bomba, informó el coronel Jabar el Nimrawi.
A continuación, 25 hombres armados intentaron asaltar el cuartel general de la policía, pero las fuerzas de seguridad se lo impidieron y mataron a 20 de ellos.
Los otros cinco, armados con fusiles de gran precisión, se han refugiado en un edificio. Están siendo asediados por policías, soldados, tropas de élite y fuerzas tribales sunitas, explicó Nimrawi a la AFP.
Un médico del hospital de Hit confirmó la muerte de siete policías y de cuatro soldados en los combates.
Ramadi y Hit son algunas de las pocas zonas que quedan bajo control del gobierno en la provincia occidental de Al Anbar, después de que los yihadistas del EI se apoderaran de la mayoría de las localidades de esta región.