El reciente descubrimiento en Chad (África) de un cráneo de 7 millones de años generó un debate académico entre los antropólogos más prominentes del mundo para determinar si se trata o no del vestigio más antiguo de un antepasado humano.
El llamado cráneo Toumai fue exhumado el año pasado, en lo que algunos consideraron el hallazgo fósil más importante en décadas.
El equipo de investigación que lo encontró, dirigido por el paleontólogo francés Michel Brunet, considera que se trata del homínido más antiguo que se conoce. Es decir, un lejano antepasado del ser humano.
Pero en un artículo publicado el jueves en la revista Nature, los antropólogos Brigette Senut y Milford Wolpoff, entre otros, afirman que el cráneo no pertenece a la rama humana del árbol evolutivo. Dicen que, en cambio, puede ser de un gorila o un chimpancé antiguos, o una especie extinta.
“No veo cómo pueda decir lo que es. Pero no es humano”, afirmó Wolpoff, antropólogo de la Universidad de Michigan.
Los detractores escribieron que, pese a las afirmaciones de Brunet y su equipo, el tamaño y forma de los dientes y la frente no son características de un homínido.
En una respuesta publicada por la misma revista Nature, Brunet sostiene sus hipótesis. Agregó que sus críticos no suministran evidencias de que sea el cráneo de un simio ni tampoco han refutado ninguna característica derivada que esta especie comparte con homínidos posteriores.