La oposición demócrata en la Cámara de Representantes se mostró combativa ayer, cuando en plena investidura del segundo mandato de George W. Bush, la jefa de bancada Nancy Pelosi lanzó la consigna a "¡continuar el combate!".
"Personalmente no tengo el corazón puesto en la fiesta, pero pienso sacar provecho de esta ocasión tan atrayente para hacer todo lo que esté a mi alcance para combatir el programa destructivo de los conservadores republicanos", escribió Pelosi en un mensaje destinado a sus correligionarios.
Bajo el título "La mejor forma de 'festejar' la segunda investidura de Bush: ¡continuar el combate!", Pelosi advirtió: "Mientras que Bush y sus aliados están de fiesta en Washington, usted y yo debemos trabajar más duro todavía", ya que los demócratas están "unidos en la convicción que el presidente Bush conduce nuestro país por el rumbo equivocado".
Kerry en lucha
Igualmente, el senador John Kerry, quien perdió la elección de noviembre ante Bush, dirigió un mensaje a los demócratas con un llamado a defender sus principios.
"La democracia significa trabajar juntos por el bien del país; también significa mantener la fe en sus ideales, no renunciar nunca a sus convicciones fundamentales incluso mientras se colabora para buscar un denominador común", dijo en una declaración el senador demócrata por Massachusetts.
"Tenemos marcadas diferencias y discutimos y peleamos con todo nuestro corazón y toda nuestra energía, y nuestro sistema permanece en pie porque el pueblo estadounidense no espera de nosotros nada menos que eso", declaró.
Justo la víspera, Kerry fue uno de los dos miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que votó contra la confirmación de Condoleezza Rice, designada por Bush para ser su nueva secretaria de Estado.
El martes, Kerry pidió la destitución del secretario de Defensa Donald Rumsfeld.
El candidato presidencial demócrata derrotado en las elecciones de noviembre ocupó su lugar en la tribuna con los demás senadores cuando Bush prestó juramento por un segundo período, pero no anunció planes para asistir a otras festividades con motivo de la juramentación.
Los expresidentes demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton estuvieron en la ceremonia.