Río de Janeiro. EFE. Nuevas denuncias y detalles sobre el escándalo de corrupción que cerca al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva agudizaron ayer la crisis en Brasil, en vísperas de una semana crítica en la que el Congreso asume la investigación del caso.
El Partido de los Trabajadores (PT), que Lula fundó hace 25 años, se vio obligado a desmentir ayer nuevas acusaciones que lo ponen en el centro de un escándalo de sobornos en el Parlamento.
El presidente del Partido Laborista Brasileño, Roberto Jefferson, que acusó al tesorero del PT, Delubio Soares, de pagar $12.000 mensuales a parlamentarios para garantizar su apoyo al Gobierno en el Congreso, agregó ayer nuevos detalles a sus denuncias.
Lo hizo en una extensa entrevista con el diario Folha de Sao Paulo , en la que abunda en detalles y nombres, pero en la que al mismo tiempo reconoce que no tiene pruebas de nada.
"Si me preguntan si tengo pruebas, si fotografié o grabé, no, pero ese era un asunto cotidiano en el Congreso", dijo.
Agregó a sus denuncias anteriores que el dinero para los pagos provenía de empresas estatales y privadas y llegaba en maletas a Brasilia, donde era distribuido por Soares, el publicista Marcos Valério y el diputado del Partido Progresista José Janene.
Jefferson reitera que sabían del asunto el presidente del PT, José Genoino, y varios ministros, entre ellos el de Hacienda, Antonio Palocci, y el jefe de gabinete, José Dirceu, mano derecha de Lula.
Detalles. También aseguró que mañana, cuando deberá declarar sobre su denuncia ante una comisión especial del Congreso, revelará más detalles de las corruptelas.
El PT, que desde la semana pasada está a la defensiva y rechaza las acusaciones, divulgó ayer una nota reiterando que adoptará todas las medidas legales para que Jefferson responda a la justicia "por sus falsas acusaciones y sus irresponsables actos".
El partido en el Gobierno reiteró además que Jefferson "inventa situaciones y supuestos detalles y, como siempre, no presenta una prueba y llega a confesar que no las tiene".
Pese a la falta de fundamentos, las acusaciones se multiplicaron y se han fortalecido con nuevos ingredientes.
La revista Veja publicó que tres ministros, cinco diputados y un senador, de cinco diferentes partidos incluido el PT, confesaron sin revelar su identidad que sabían de los sobornos.