El Departamento de Justicia de EE. UU. amplió su definición de los actos de tortura cometidos contra prisioneros durante interrogatorios, en un claro repudio a previos documentos gubernamentales que respaldaban esa táctica.
La Oficina de Consejo Legal del Departamento de Justicia (OLC), encargada de otorgar asesoramiento legal al poder Ejecutivo, publicó el jueves un nuevo documento de 17 páginas en el que revisa y amplía la definición de actos que constituyen tortura.
La nueva definición se produce tras los escándalos desatados en Iraq por la tortura de presos a manos de las tropas estadounidenses en la cárcel de Abu Ghraib.
El subsecretario de Justicia interino, Daniel Levin, afirmó que "la tortura es (un acto) abominable tanto bajo las leyes y valores estadounidenses como dentro de las normas internacionales".
Sufrimiento y angustia
Levin dijo en el documento que se entiende por tortura no solo actos de extremo dolor sino cualquier acto que incluya sufrimiento físico o angustia prolongada.
La postura anterior del gobierno limitaba la definición de tortura a casos que involucrasen "insuficiencia de los órganos, impedimento del funcionamiento normal del organismo o la muerte".
El nuevo documento oficial reemplaza uno emitido en agosto del 2002 que ofrecía un marco legal para justificar el maltrato de prisioneros, obviando las normas del derecho internacional.