Lathen, Alemania. AFP. Un error humano se perfila como causante del choque del tren rápido de levitación magnética que dejó 23 muertos y 10 heridos el viernes en Alemania, el primer accidente fatal en el sistema ferroviario de alta tecnología del país.
El accidente se debe a una “negligencia humana” y no a una falla de uno de los exponentes de la tecnología alemana, declaró un magistrado de la Fiscalía de Osnabrck en rueda de prensa.
Los investigadores se concentran en la cadena de hechos ocurrida en la cabina de control del tren, donde dos personas estaban a cargo de vigilar el recorrido, dijo el fiscal Alexander Retemeyer.
Según los primeros elementos de la investigación, el Transrapid circulaba a una velocidad estimada de 170 kph sobre una vía de prueba cuando chocó contra un vehículo con dos obreros a bordo que limpiaban las vías.
El Transrapid, con 31 personas a bordo, partió de la estación poco antes de las 10 a. m. para un recorrido de prueba, cuando el vehículo de limpieza estaba todavía sobre las vías.
“Debemos establecer si las medidas de seguridad fueron suficientes y si fueron cumplidas en cada etapa”, afirmó el ministro de Transporte, Wolfgang Tienfensee, que se trasladó ayer al lugar del accidente para inspeccionarlo.
“Si todas las condiciones se hubiesen respetado, este accidente no se habría producido”, aseguró Rudolf Schwarz, gerente de la sociedad de explotación Industrieanlagen-Betriebsgellschaft (IAGB).
El accidente tuvo lugar entre las localidades de Lathen y Melstrup, cerca de la frontera holandesa, sobre una vía de ensayo de 31,5 kilómetros, presentada como la más larga de Europa.
Los dos obreros del vehículo de obras sobrevivieron al terrible accidente, pero están gravemente heridos en un hospital
La canciller alemana, Angela Merkel, visitó el sitio para llevar su pésame a los familiares de las víctimas. “Es una triste circunstancia la que me trae a este lugar”, declaró la canciller vestida de negro.
Sin embargo, Merkel subrayó que esta catástrofe no suscita ninguna duda acerca de la fiabilidad del Transrapid, que cuenta con una tecnología segura.
El tren de levitación magnética de alta velocidad es una de las joyas del sector de alta tecnología alemán, pese a que su historia se ha visto marcada por altos costos y fracasos comerciales.
Desarrollado por los gigantes de la electrónica alemana Siemens y ThyssenKrupp, el tren ha sido comercializado solo una vez, en China, donde funciona en un tramo de 30 kilómetros en Shanghai, entre el aeropuerto Pudong y el distrito financiero de la ciudad.
El tren es impulsado por una fuerza electromagnética y no por un motor.
Cuando el circuito está en funcionamiento, el tren flota cerca de 10 milímetros por encima del carril y podría llegar a 400 kph.