Caracas
Estudiantes opositores convocan una nueva marcha para este martes en el marco de sus movilizaciones contra el gobierno del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, al tiempo que Estados Unidos exhortó a entablar un "diálogo genuino" entre los actores del conflicto, que ha dejado hasta el momento 14 muertos en casi tres semanas de disturbios.
"Les espero a todos en la plaza Alfredo Sadel (este de la ciudad de Caracas). A las 10 a. m. caminaremos, hasta la embajada de Cuba", dijo la dirigente estudiantil de la Universidad de los Andes, Gaby Arellano, en su cuenta de Twitter.
La convocatoria a la nueva manifestación se realiza luego de que este lunes se sucedieran movilizaciones en ciudades como San Cristobal, cerca de la frontera con Colombia, y en zonas del este de Caracas, donde los manifestantes quemaron neumáticos y formaron barricadas para impedir el tránsito en algunas avenidas.
En la plaza Altamira de Caracas un grupo de manifestantes que mantenía bloqueadas algunas avenidas se enfrentó con la militarizada Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que recurrió a gases lagrimógenos y disparos de perdigones para disolver la protesta, según constataron periodistas de la AFP.
La Fiscal General, Luisa Ortega, reconoció que se investigan doce denuncias por casos de violaciones a los derechos fundamentales durante estas tres semanas de protestas, que han dejado 14 muertos, más de 140 heridos y 45 detenidos, según cifras oficiales.
Los manifestantes protestan contra la inseguridad, la inflación, la escasez de productos básicos y por la detención de varios de sus compañeros, según su plataforma de reivindicaciones.
Maduro, heredero político del difunto presidente Hugo Chávez, participó ayer en una reunión con alcaldes y gobernadores del país para preparar un diálogo nacional de paz, previsto para el miércoles, pero el principal opositor venezolano Henrique Capriles declinó asistir al encuentro.
Capriles, gobernador del estado de Miranda y del ala moderada de la opositora Mesa de Unidad Democrática, se negó participar en esa cita en rechazo a la "situación de violación de los derechos humanos y represión" que según él se vive en el país.
Pero Maduro afirmó estar "seguro que de ahí van a salir grandes acuerdos para el futuro de la patria. Lo primero tiene que ser respetarnos, entendernos, respetar la Constitución".
Uno de los asistentes a la reunión, que se realizó en el presidencial palacio de Miraflores, el gobernador opositor del estado Lara, Henri Falcón, instó a Maduro a reducir la confrontación y a que el gobierno reconozca "que en Venezuela se vive una crisis económica" con la escasez de alimentos y la elevada inflación.
Los analistas son escépticos acerca del alcance del diálogo, y muchos creen que esta convocatoria de Maduro no es más que un intento de ganar tiempo para aplacar los disturbios.
"El gobierno está percibiendo crecientes costos entre la opinión pública nacional e internacional y con este diálogo busca una suerte de apaciguamiento", dijo el analista John Magdaleno.
Mientras las manifestaciones y los hechos de violencia se suceden en Venezuela, la Casa Blanca expresó su preocupación por la situación en el país sudamericano y aseguró estar trabajando en forma conjunta con organismos interamericanos para calmar los ánimos y lograr un "diálogo genuino" entre las partes enfrentadas.
"Estamos preocupados y hemos dejado claro que con nuestros aliados regionales y la OEA estamos trabajando para pedir calma y favorecer un diálogo genuino entre todos los venezolanos", dijo el lunes el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.
El portavoz estadounidense precisó que las autoridades venezolanas deberían "liberar inmediatamente a los manifestantes detenidos. También precisan dejar de impedir el trabajo de periodistas independientes y restringir la información".
Entre los detenidos se encuentra el dirigente opositor radical Leopoldo López, uno de los impulsores de las protestas callejeras, quien se encuentra recluido desde hace una semana en una cárcel militar acusado de incitar a la violencia en el país.
Maduro reaccionó a las declaraciones de Carney y replicó que su gobierno designará un embajador en Washington para que haga conocer la realidad que se vive en Venezuela, según su opinión.
"Yo voy a designar embajador y le voy a decir mañana (martes) al canciller (Elías Jaua) que anuncie quien va a ser el embajador" en Estados Unidos, precisó el mandatario. Washington y Caracas no tienen embajadores desde 2010 y todos los intentos por reanudar relaciones plenas han fracasado hasta el presente.
Según Maduro, el nombrar un nuevo embajador tiene como finalidad restaurar "la capacidad de diálogo con la sociedad estadounidense, (para) que sepa la verdad de Venezuela, porque están creyendo que de verdad nos estamos matando (...) y están pidiendo intervención militar de Estados Unidos en Venezuela".
En la última semana, Maduro ordenó la expulsión de tres diplomáticos estadounidenses al acusarlos de conspirar junto a los movimientos estudiantiles de protesta.