La Habana
La guerrilla comunista de las FARC descartó este viernes decretar un cese del fuego unilateral para las elecciones legislativas del 9 de marzo en Colombia, pero se declaró dispuesta a acordar una tregua bilateral con el gobierno.
"No están previstos ceses unilaterales (por las elecciones)", dijo a la prensa Andrés París, miembro de la delegación de las FARC que negocia un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en La Habana, Cuba.
"Estamos listos a discutir un cese bilateral, como se reafirmó (el lunes) en el mensaje de las FARCal vicepresidente Angelino Garzón, de suscribir un acuerdo humanitario que empiece por un cese bilateral", agregó París.
Políticos colombianos han pedido una tregua en el conflicto armado con motivo de los comicios legislativos (9 de marzo) y presidenciales (25 de mayo), en los que el presidente Juan Manuel Santos buscará un nuevo mandato de cuatro años.
Al responder a una iniciativa conciliatoria del vicepresidente Garzón, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) propusieron el lunes a Santos suscribir un pacto humanitario para regular la guerra interna, que ha dejado cientos de miles de muertos en medio siglo.
Las FARC han decretado dos treguas unilaterales desde que empezaron las pláticas de paz, el 19 de noviembre de 2012, pero Santos se ha negado a sumarse a ellas por considerar que podrían fortalecer militarmente a la guerrilla, como dice que ocurrió hace una década en otro proceso de paz, que no prosperó.
La primera tregua unilateral fue de 60 días, al inicio de los diálogos, y la segunda de un mes por las fiestas del año nuevo 2014.
El presidente del Congreso colombiano, el liberal Juan Fernando Cristo, y otros políticos pidieron a las FARC extender hasta los comicios esta última tregua, que terminó el 15 de enero.
Las conversaciones de paz se vieron sacudidas esta semana por las revelaciones de presuntas escuchas ilegales por parte de integrantes de la inteligencia militar a personalidades colombianas, entre ellos miembros de la delegación de paz del gobierno, incluido su jefe, Humberto de la Calle.
París dijo que la "real amenaza" en la campaña electoral son estas escuchas ilegales, llamadas "chuzadas" en el lenguaje coloquial colombiano.
"La real amenaza en esta campaña electoral son los escándalos que estamos señalando", pues con las escuchas "la amenaza es contra todos los colombianos", agregó.
París indicó que la guerrilla carece de evidencias de que el presunto espionaje -revelado el martes por la revista colombiana Semana- incluyera las comunicaciones en Cuba de los delegados colombianos.
"No tenemos esa información. Sería un contrasentido al espíritu del trabajo que realizamos y sería igualmente violación y violatorio de las relaciones que obligan al gobierno colombiano a ser respetuoso de instituciones y Estados que se han prestado para que los colombianos nos sentemos tranquilamente a buscar la paz", expresó París.
La delegación de paz del gobierno no comentó las declaraciones de las FARC a su llegada al Palacio de las Convenciones de La Habana, sede del diálogo de paz que busca poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
Ambas delegaciones han llegado a acuerdos sobre los temas de desarrollo rural y participación política, y en esta ronda debaten sobre drogas ilícitas.
En la agenda figuran también los puntos de reparación a las víctimas y abandono de las armas, así como el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo de paz.