Beirut
Varios grupos rebeldes sirios decidieron participar en las conversaciones previstas la semana próxima en Kazajistán, para intentar poner fin a la guerra civil que asola Siria desde hace casi seis años, anunciaron este lunes líderes insurgentes.
"Todos los grupos rebeldes van. Todos dieron su acuerdo", afirmó Mohamad Alush, un dirigente del grupo rebelde Jaish Al Islam (el Ejército del Islam), implantado principalmente en la periferia de Damasco.
"Astaná se enmarca en un proceso para poner fin al derramamiento de sangre cometido por el régimen y sus aliados. Queremos poner fin a sus crímenes", agregó.
La reunión de Astaná, que en principio comenzará el 23 de enero, fue acordada por Rusia, aliada del régimen sirio, y Turquía, que respalda a los rebeldes. Ambos países trabajan en estrecha colaboración para encontrar una solución a la crisis siria.
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Ahmad al-Othman, de la sección Sultan Murad, presente en el norte de Siria, también indicó que los grupos rebeldes habían "decidido ir a los diálogos".
Osama Zabu Zeid, consejero jurídico de las facciones rebeldes, explicó: "a pesar de todas las violaciones de la tregua en torno a Damasco cometidas por las milicias iraníes aliadas del régimen, lo que nos ha empujado a dar nuestro acuerdo a Astaná es que el tema exclusivo de los diálogos consiste en reforzar el alto el fuego, por lo que la delegación (rebelde) será puramente militar, con el apoyo de un equipo técnico para temas políticos y legales".
El presidente sirio, Bashar al-Asad, declaró hace una semana sentirse "optimista" respecto a las negociaciones y afirmó estar dispuesto a negociar con un centenar de grupos rebeldes, según indicó a la AFP un diputado francés que se reunió con él en Damasco.