Guatemala. ACAN-EFE, AFP. El Gobierno de Guatemala extendió a siete de los 22 departamentos del país el “estado de calamidad” debido a los daños provocados por el terremoto del miércoles, que dejó un saldo preliminar de 52 muertos y 22 desaparecidos, informó ayer una fuente oficial.
El presidente Otto Pérez Molina aprobó esa medida el jueves para los departamentos de Quetzaltenango, Quiché, San Marcos y Huehuetenango, y la amplió a los de Sololá, Totonicapán y Retalhuleu. En este se ubicó el epicentro del terremoto de 7,4 grados de magnitud de momento.
Mientras lidia con los efectos del peor movimiento sísmico que ha golpeado el país desde el terremoto de 1976, que mató a más de 20.000 personas, el Gobierno hizo otros anuncios:
La Administración inició ayer el proceso para evaluar la inversión requerida para reconstruir la región oeste del país, informó la vicepresidenta Roxana Baldetti.
Baldetti agregó que el presidente Otto Pérez convocó a todos sus ministros “para que cada quien lleve la evaluación de lo que corresponde” para comenzar la reconstrucción.
Guatemala pedirá a Estados Unidos que frene las deportaciones y conceda estatus de protección temporal (TPS, en inglés) a los inmigrantes guatemaltecos, como una forma de contribuir a paliar los daños del terremoto, declaró Otto Pérez.
“Haré una solicitud personal al presidente Barack Obama para que pueda concedernos el TPS para los guatemaltecos”, dijo en una rueda de prensa.
Al ampliar el “estado de calamidad” a tres departamentos más, el Gobierno pretende atender con más rapidez la emergencia, puntualizó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred, estatal).
Esa condición prohíbe las concentraciones, espectáculos públicos, la portación de armas y limita la libre circulación.
La cifra oficial preliminar de muertos por el terremoto se mantiene en 52 y la de desaparecidos en 22, mientras que los cuerpos de socorro continuaban ayer con las tareas de búsqueda y rescate.
De acuerdo con los datos oficiales, 40 de los fallecidos se registraron en San Marcos, el departamento más golpeado por el movimiento telúrico; hubo 11 en Quetzaltenango y uno en Sololá.
Las autoridades admitieron que el número de 5.251 damnificados pueda aumentar.
El sismo también afectó a 1,2 millones de personas que se quedaron temporalmente sin servicios básicos y dejó en riesgo a otros 6,7 millones, según las autoridades de Protección Civil.
El director del Instituto Nacional de Sismología (Insivumeh), Eddy Sánchez, informó de que desde el terremoto hasta ahora se registraron al menos 70 réplicas.
El presidente Pérez suspendió otras actividades para dedicarse solo a las tareas de evaluación de los daños, y este viernes tiene previsto visitar, por tercera vez, las zonas devastadas.
Mientras, diversas organizaciones privadas han abierto centro de acopio para recolectar ayuda.