Bagdad. AP y AFP. Las autoridades de Bagdad encontraron ayer 33 cadáveres acribillados a balazos y con señales de tortura, en tanto otros dos cadáveres fueron arrojados en una ciudad del sur.
Por otra parte, dos infantes de la marina de Estados Unidos y dos soldados británicos murieron en distintos combates.
Los decesos ocurridos ayer entre las fuerzas estadounidenses elevan el número de militares de ese país muertos en Iraq, desde la invasión en marzo del 2003, a 2.647, según datos del Pentágono.
Sobre los cadáveres hallados se dijo que todos correspondían a hombres, que tenían los ojos vendados y las manos y los pies atados.
En Kut, a 160 kilómetros al sureste de Bagdad, la Policía halló otros dos cadáveres en una carretera. Ambos hombres fueron baleados en la cabeza y el pecho.
También hubo estallidos de violencia en la ciudad de Bakuba, a 60 kilómetros al noreste de Bagdad, donde por lo menos dos personas murieron y seis fueron heridas en tiroteos y ataques con explosivos.
La violencia continuó, a pesar del arresto del supuesto número dos de al-Qaeda el sábado.
La rama iraquí de al-Qaeda, sin embargo, desmintió en un comunicado en su sitio de Internet la detención de su líder.
La violencia causó también estragos en la provincia de Diyala, escenario de una guerra entre facciones sunitas y chiitas. Al menos un civil fue muerto a balazos y otros cinco resultaron heridos.