Atenas (AFP). Sin trenes ni servicios públicos arrancó el jueves la huelga general de 24 horas convocada en Grecia por los principales sindicatos en repudio del cierre de la radiotelevisión pública ERT, anunciado el martes por el gobierno y ejecutado al cierre de las programaciones de ese mismo día.
Centenares de personas empezaron a concentrarse frente a la sede de ERT, en un suburbio del norte de Atenas, respondiendo al llamado de los sindicatos de izquierda del sector privado (GSEE) y público (Adedy).
Las protestas denuncian la escalada de drásticos recortes presupuestarios en este país que atraviesa su sexto año de recesión y que vive bajo perfusión financiera de sus socios de la Eurozona y del Fondo Monetario Internacional.
Una pancarta desplegada delante del edificio histórico de la ERT urgía a los ciudadanos a “reaccionar”, porque “lo están liquidando todo”.
Los transportes y las administraciones son las más afectadas por el movimiento convocado bajo el impacto del cierre fulminante de todos los canales de televisión y las cadenas de radio del sector público, decidida por el gobierno del conservador Antonis Samaras, una medida que suprime de golpe 2.700 empleos.
“Habría que despedir a Samaras, no a los empleados de la ERT”, proponía otro cartel.
Los periodistas del conjunto del sector audiovisual también están en huelga, por lo que no se emitieron boletines informativos. Los diarios salieron este jueves pero no saldrán el viernes, debido a una huelga en la prensa.
Una decena de vuelos interiores del aeropuerto de Atenas serán anulados y cerca de 50 han sufrido cambios durante el día debido a la huelga de los controladores aéreos, según una fuente del aeropuerto.
Samaras, cuyo partido Nueva Democracia es el único de la coalición gubernamental tripartita en apoyar la clausura de ERT, defendió el miércoles su decisión, calificando a ese ente de nido “de privilegios, de opacidad y de derroche”.
Su portavoz Simos Kedikoglu detalló un proyecto de ley que se propone crear “una nueva radio, internet y televisión griegas”, que debería llamarse Nerit S.A., y comenzar a funcionar hacia fines de agosto, con 1.200 empleados.
Pero los otros dos partidos de la coalición gubernamental, el socialista Pasok y la izquierda moderada Dimar, pidieron a Samaras una reunión con todos los interesados para hallar una solución con vistas a “la reapertura” de ERT.
El líder socialista, Evangelos Vénizelos, afirmó el miércoles que hay “un ambiente de crisis política” e instó al primer ministro a “salvaguardar la unidad y el futuro del gobierno”, formado hace casi un año luego de las elecciones legislativas en junio de 2012, que vieron mermar de forma radical el apoyo a los partidos tradicionales, con un trasfondo de colosal crisis económica y social.
El cierre de ERT fue condenado por numerosas organizaciones profesionales del sector de la prensa europea.