Ginebra. AP. Dirigentes de diversas partes del mundo reaccionaron ayer con indignación a la admisión del presidente estadounidense, George W. Bush, de que la CIA ha mantenido cárceles clandestinas en el exterior.
Varios legisladores europeos exigieron saber la ubicación de esos centros de detención, mientras grupos de derechos humanos expresaron temores de que, pese a los desmentidos de Bush, los detenidos sí fueron torturados.
El discurso de Bush, el miércoles, constituye “solo una pequeña parte de la verdad”, dijo el senador suizo Dick Marty, quien encabezó una investigación del Consejo Europeo sobre las detenciones clandestinas.
La Cruz Roja aplaudió el anuncio de Bush de que varios detenidos serán trasladados a la base de Guantánamo y manifestó que los visitará a la brevedad posible, pero reiteró su exigencia en el sentido de visitar a todos los capturados por los Estados Unidos en la llamada guerra contra el terrorismo.
Justificación. Bush está tratando de justificar legislación que conduzca a la impunidad y el uso de “técnicas alternativas de interrogación que podrían significar maltratos”, denunció Robert Freer, de Amnistía Internacional. Aunque Bush aseguró que Estados Unidos no tortura, Freer señaló que el mandatario no descartó el uso de tratos inhumanos o degradantes.
“Tales tratos podrían constituir torturas según las leyes internacionales”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch.
El presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo: “La lucha contra el terrorismo solo se puede hacer desde el estado de derecho y la democracia. No es compatible con la existencia de prisiones secretas”.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien se reunió con Rodríguez Zapatero en Madrid, expresó: “No creo que se deban sacrificar las libertades civiles por la lucha contra el terrorismo. Si se nos pide ceder nuestra libertad, nuestros derechos, a cambio de protección contra el terrorismo, ¿en realidad se nos está protegiendo?”.
En Europa, varios legisladores exigieron saber la ubicación exacta de las cárceles clandestinas.
Esperado. Marty, un senador suizo, dijo: “Hay más, mucho más que no se ha revelado (...) Siempre he estado seguro de que estas cárceles secretas existen, así que a mí no me sorprendió”.
Añadió que, en su opinión, la declaración de Bush tuvo motivos políticos: “Probablemente tiene que ver con el hecho de que hay elecciones legislativas en Estados Unidos dentro de poco. Las elecciones legislativas son en noviembre”.
Líderes islámicos reaccionaron con indignación.
“Tienen que admitir que lo que hicieron está mal”, dijo Asma Jehangir, una dirigente islámica que encabeza la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán.
“No pueden justificar todo esto en nombre de la lucha contra el terrorismo, lo que quieren es solo asustar a la gente”, añadió Jehangir, quien encabezó una comisión de la ONU que emitió un informe sumamente crítico sobre las detenciones en Guantánamo.