Este nuevo balance del ministerio del Interior, citado por los medios de comunicación oficiales, revisa a la baja el cómputo precedente, que situaba el número de muertos en 73.
"Las operaciones de búsqueda y socorro han terminado y hemos empezado a instalar a los supervivientes en carpas. Cerca del 70% de las familias tienen una carpa, el resto las recibirá antes de que caiga la noche", aseguró el ministro adjunto del Interior, Mahamad Baqir Zolqadr.
Unas 500 personas de las aldeas devastadas protestaron ante la oficina del gobernador de la provincia pidiendo carpas, alimentos y cobijas, según la agencia oficial iraní IRNA.
Los supervivientes pasaron la noche a la intemperie en los parques ante el temor a que se produjeran nuevas réplicas.
"Hoy, la gente ha empezado a enterrar a sus seres queridos tras recibir la autorización de la policía", señaló Zolqadr.
Las necesidades más urgentes de los damnificados son los "alimentos y las instalaciones sanitarias", dijo. "Con ayuda de los basidjis (milicia islamista), distribuimos pan, agua mineral y conservas".
Para evitar la propagación de enfermedades, las autoridades darán prioridad al entierro de los animales muertos en el movimiento telúrico, dijo el jefe de la ciudad médica de Lorestán, Qodratolá Shams Joramabadi.