Viena.
Irán y las grandes potencias pactaron hoy en Viena seguir negociando un acuerdo que garantice que el programa atómico iraní es exclusivamente pacífico y que una vez constatado será imposible salvar las diferencias que les separan antes de la fecha límite del 20 de julio.
Fuentes diplomáticas iraníes confirmaron que los contactos seguirán, aunque sin precisar por cuanto tiempo, aunque previsiblemente hasta noviembre, cuando se cumple un año desde el lanzamiento de la hoja de ruta que ha permitido seis rondas de contactos y el inicio de redacción de un borrador de acuerdo.
Según ese calendario, las partes tenían hasta el 20 de julio para alcanzar un acuerdo. Aunque, de no producirse, deja abierta la posibilidad de prorrogar los contactos hasta la última semana de noviembre.
En los últimos días, y tras reconocer las dos partes que se ha avanzado mucho, pero que hay grandes diferencias en temas esenciales, la discusión se ha centrado en la conveniencia de mantener viva la negociación.
El ministro de Exteriores de Irán, Mohamed Yavad Zarif, reconoció este jueves, sin entrar en detalles, que había "cuestiones técnicas" que resolver respecto a esa prórroga.
El plazo de la extensión, el nuevo calendario de reuniones y las medidas a tomar por ambas partes durante esta nueva fase, se cuentan entre esas cuestiones.
Se espera que el propio Zarif y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que dirige la negociación en nombre de la comunidad internacional, ofrezcan esta misma noche más detalles del acuerdo.
La negociación en la que se embarcaron Irán y las grandes potencias pretende cerrar un acuerdo que ponga tales límites al programa atómico iraní que asegure que no está en disposición de desarrollar un arma atómica a medio plazo.
Al mismo tiempo, se le debe garantizar a la República Islámica el derecho a usar la energía atómica de forma pacífica.