Villa Clara, Cuba
"Cubrir un huracán categoría cinco implica que se haga muy complicado escoger las palabras correctas para describirlo", aseguró el periodista de El Nuevo Día, de Puerto Rico, Benjamín Morales, a través de su página de Facebook.
Morales, además trabajar en el reporteo de Irma para el medio de comunicación, se encargó de documentar su experiencia como vecino de una de las zonas más afectadas de Cuba: Caibareán.
Irma, que a su paso por el Caribe ha provocado decenas de muertos y multimillonarias pérdidas en infraestructura, no tuvo piedad con Cuba y azotó a la "Mayor de las Antillas" por más de 48 horas con vientos de tropical y de huracán categoría 5.
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Caibareán, en Villa Clara, fue uno de los puntos que recibió particular castigo del enfurecido huracán. Allí hubo inundaciones, destrucción de casas, daños en el tendido eléctrico. Además, la red de telecomunicaciones del poblado quedó inoperante.
Por otro lado, Niurka Rivera, oriunda del pueblo detalló los momentos en los que vio cómo su enorme casa localizada en el frente marítimo del municipio resultó destruida al caerle encima un edificio público que colapso.
"Yo nunca había visto una cosa como esta, nunca, y llevo 47 años viviendo en este pueblo. Esto fue insólito, increíble, porque ese huracán nos engañó, pues parecía que venía y después que no, para al final entrar y destruir todo lo que tenemos”, dijo.
"Mi casa quedó en nada, de 14 espacios que tenía, incluso unos para alquilar, sólo quedaron tres, todo lo demás se destruyó", agregó compungida la mujer mientras recogía los escombros en los pocos espacios que quedaron disponibles para vivir.
Como Niurka, ya se estiman en miles los cubanos que sufrieron daños severos en su residencia por el paso de Irma.
Un giro inesperado
El libreto de Irma acabó como toda una pesadilla para los cubanos, pues se estimaban remotas las posibilidades de que el huracán entrara con su ojo al país.
El meteorólogo José Rubiera, de la televisión nacional y toda una institución en Cuba, afirmó que el ojo de Irma efectivamente entró en tierra firme por algún punto en Villa Clara y salió por una zona cercana a polo turístico de Varadero, en Matanzas.
"Los vientos de eran tan violentos en Remedios, Villa Clara, que parecían gritos. No se veía nada afuera, pues no había iluminación ya que cortaron el servicio eléctrico", documentó el periodista.
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Las estimaciones colocaban al huracán pasando al norte, pero dando un violento giro entre las provincias centrales de Ciego de Ávila y Villa Clara para dirigirse a la Florida, lo cual hubiese evitado muchos problemas a Cuba.
Sin embargo, Irma se fue acercando poco a poco a tierra firme cubana, desafiando todos los pronósticos, y acabó castigando al 90 por ciento de Cuba, pues sus efectos se sintieron desde Guantánamo hasta La Habana.
En Guantánamo se registraron daños severos en el enclave histórico de Baracoa, el mismo que fue seriamente dañado el año pasado por el huracán Matthew. Mientras que en La Habana, condiciones de tormenta tropical y fuertesmarejadas provocaron inundaciones en las zonas aledañas al Malecón habanero y en las primeras avenidas del exclusivo sector de Miramar.
Las autoridades ordenaron evacuaciones en esas zonas del frente playero, así como en el municipio de Centro Habana.
Desde todas las provincias orientales llegaron reportes de techos llevados, inundaciones, árboles caídos, carreteras cortadas, cosechas perdidas y zonas costeras seriamente dañadas. La peor parte la llevaron las provincias centrale
El enclave turístico de Los Cayos, una serie de pequeñas islitas donde se levantan hospederías de playa de clase mundial y que se extiende por estas tres provincias, también fue afectado de gran forma, pues el ojo de Irma pasó por arriba de ellos y los devastó.del país, Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara.
Aún así, el corresponsal de El Nuevo Día aprovechó para dar un reconocimiento de valentía para la población cubana.
Irma tocó tierra cubana en la madrugada del sábado en el Cayo Romano, de Camagüey, y a partir de ahí se encargó de destruir mucha de la infraestructura en los cayos Guillermo, Coco y Santa María, los de mayor flujo turístico en Cuba.
Los vientos silbaban por su potencia y el hotel Barcelona, donde se hospedaban los periodistas que cubrían la emergencia, vio cómo la ventolera rompió puertas y ventanas con una facilidad pasmosa.
"Esta ha sido una experiencia única, nunca habíamos vivido algo así", dijo Juan Alberto González Milán, presidente del Consejo de Defensa Municipal en Caibareán.
"Ahora las prioridades son levantar la infraestructura eléctrica, de telecomunicaciones, vivienda y la asegurar la red alimentaria", agregó el funcionario del Partido Comunista de Cuba.