Kiev
La guerra entre el Gobierno de Kiev y los insurgentes prorrusos del este del país cobró hoy una nueva dimensión al estrellarse un Boeing 777 malasio con 295 personas a bordo en la rebelde región de Donetsk, un hecho del que se acusan mutuamente ambas partes.
El aparato, que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, se estrelló cerca de la localidad ucraniana de Sneshnoye, después de perder contacto con tierra cuando se encontraba a unos 50 kilómetros de la frontera rusa.
El propio presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, dijo no descartar que el avión fuera derribado, y calificó lo sucedido de “ acto terrorista ” . “En los últimos días, este es el tercer caso trágico de este tipo, después de que fueran derribados un An-26 y un Su-25. No descartamos que este avión también fuera alcanzado ” , aseguró Poroshenko, según su servicio de prensa.
“Poroshenko sobre el avión estrellado: esto no es un incidente ni es una catástrofe, sino un acto terrorista ” , escribió el jefe de prensa del presidente ucraniano en su Twitter.
Sin embargo, representantes de la autoproclamada república popular de Donetsk negaron que dispongan de armamento para derribar un avión que volaba a 10.000 metros de altura, y acusaron a la Fuerza Aérea ucraniana de haber derribado el aparato desde un cazabombardero.
Para añadir más elementos a la incertidumbre y a la guerra de propaganda que rodea este suceso, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, siglas en ucraniano) aseguró haber captado una conversación en la que los rebeldes reconocen el derribo del avión de pasajeros. Según el vídeo colgado por el SBU en Youtube, se escucha como uno de los comandantes insurgentes le informa a otro sobre el derribo de un avión comercial en la región de Donetsk.
Los rebeldes prorrusos que luchan desde abril contra el Gobierno de Kiev informaron poco después de que hallaron numerosos cadáveres, entre ellos de niños, en el lugar del siniestro, mientras se difundían numerosas fotos de los restos del aparato siniestrado. Y una fuente del Ministerio de Situaciones de Emergencia dijo que ya habían sido encontrados más de 100 cuerpos, y que el resto de los cadáveres están desperdigados en un radio de 15 kilómetros.
Los milicianos también encontraron la caja negra del avión, y dijeron que tienen intención de entregarla a inspectores internacionales.
El presidente Poroshenko ordenó crear una comisión estatal para investigar las causas de la tragedia e invitó a colaborar a representantes de Malasia y Holanda.
También los representantes de la república popular de Donetsk aseguraron que están interesados en el esclarecimiento de la catástrofe, por lo que permitirán la entrada de inspectores aéreos internacionales y propusieron al Gobierno ucraniano un alto el fuego para investigar la tragedia del avión.