Un soldado estadounidense, musulmán de origen libanés, secuestrado desde finales de junio en Iraq, fue liberado ayer por los militantes islamitas que le retenían, según un comunicado de ese grupo que recibió el canal de televisión al-Jazeera.
El comunicado, atribuido al “Movimiento respuesta islámica”, brazo armado de la resistencia, que había amenazado con decapitar al cabo Wassef Ali Hassun, dijo que “regresó sano y salvo a su base”.
Pero la infantería de marina aseguró no haber tenido noticia de la liberación de Hassun y que por lo tanto seguían considerando que se encuentra cautivo.
“No vamos a hacer comentarios sobre lo que ha dicho al-Jazeera”, afirmó el cabo T. V. Johnson. “Cuando tengamos más información demostrada sobre su situación, lo haremos saber”, agregó.
El domingo, el grupo Ansar al-Sunna, vinculado a al-Qaeda, desmintió haber decapitado al soldado desaparecido como aseguraban el sábado dos sitios islamitas basándose en un comunicado atribuido a esa organización.
La noticia de su liberación se convirtió en un elemento más del cuadro confuso sobre el paradero del militar.
En el comunicado, una copia del cual fue recibido por el canal de televisión qatarí, se afirmó que Hassoun ha decidido no volver a integrarse en el ejército norteamericano.
La manifestación de los secuestradores se convirtió en un elemento más de confusión en lo que pareció un interminable drama de equivocaciones y desmentidos.