París
Cientos de miles de personas se congregan en París en la manifestación de homenaje a las víctimas de los atentados que dejaron 17 muertos esta semana en Francia, en la que participarán unos 50 dirigentes políticos del mundo entero.
"París es hoy la capital del mundo. Todo el país se elevará hacia lo mejor que tiene", declaró el presidente François Hollande ante el gobierno, poco antes de manifestarse en la marcha, que empezará oficialmente a las 8:30 a. m. (hora de Costa Rica) y en la que se espera más de un millón de participantes.
Esta manifestación "debe demostrar el poderío y la dignidad del pueblo francés, que va a gritar su amor por la libertad y la tolerancia", dijo Hollande.
La plaza de la República, inmensa explanada de la capital en la que caben decenas de miles de personas, estaba ya abarrotada dos horas antes de que empezara la manifestación, constató la AFP.
Los manifestantes enarbolaban pancartas con consignas de resistencia, como "Empuñen sus bolígrafos", "Libertad, igualdad, dibujad, escribid" y la ya célebre frase "Yo soy Charlie".
La multitud se congregaba también en las calles adyacentes y la plaza de la Bastilla, por la que está previsto que pase la manifestación.
Bajo un sol radiante en pleno invierno, los manifestante cantaban "La Marsellesa", el himno nacional francés, y gritaban "¡Charlie, libertad!" y "¡Viva Francia!.
Lassina Traoré, un francés musulmán de origen africano, de 34 años de edad, dijo a la AFP que se manifiesta para "reafirmar los valores de Francia, libertad e igualdad".
Esta marcha es "un verdadero signo de la fuerza de Francia. Francia es fuerte, está unida contra todos" los que cometieron atentados, agregó.
Medio centenar de dirigentes políticos de todo el mundo participarán en la manifestación, entre ellos la alemana Angela Merkel, el español Mariano Rajoy, el israelí Benjamin Netanyahu o el palestino Mahmud Abas, el italiano Matteo Renzi y el británico David Cameron. El canciller ruso Serguei Lavrov y el primer ministro turco Ahmet Davutoglu también confirmaron su participación.
Cameron, Merkel y Netanyahu, entre otros dirigentes, se reunieron con Hollande en el palacio presidencial del Elíseo antes de acudir a la manifestación.
Un riguroso dispositivo de seguridad fue organizado, con 5.500 policías y militares desplegados en la capital y sus alrededores.
El secretario de Estado norteamericano John Kerry expresó su solidaridad con Francia en un mensaje desde la India y dijo que "ningún acto terrorista detendrá la marcha de la libertad".
Unos 150 agentes vestidos de civil protegerán a las personalidades extranjeras, con el apoyo de motocilistas y francotiradores en los tejados.
Los hermanos Said y Cherif Kouachi, autores de la matanza del miércoles en la revista satírica Charlie Hebdo en la que fallecieron 12 personas, murieron el viernes en un asalto de las fuerzas de seguridad en la localidad de Dammartin-en-Goele, al noreste de París.
Casi al mismo tiempo, Amedy Coulibaly, responsable del asesinato de una policía el jueves en París, murió en otro asalto de las fuerzas del orden en París, en una tienda de alimentación kósher donde había tomado rehenes y matado a cuatro personas de confesión judía.
En un video difundido este domingo, un hombre que se parece a Coulibaly reivindicó el ataque del jueves y dijo pertenecer a la organización extremista Estado Islámico (EI).
En Alemania, dos hombres lanzaron este domingo un artefacto incendiario contra el Hamburger Morgenpost, un periódico de Hamburgo, que había publicado viñetas de Charlie Hebdo. No hubo víctimas y el incendio fue controlado rápidamente.
Tras la manifestación, Hollande visitará el domingo la Gran Sinagoga de París que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial permaneció cerrada el sábado por temor a los atentados.
El presidente del Consejo representativo de las instituciones judías de Francia (Crif), Roger Cukierman, dijo tras ser recibido por Hollande en el palacio del Elíseo que el mandatario le había prometido que las escuelas judías y las sinagogas de Francia serán protegidas "si es necesario" por el ejército.
Desde el sábado, unas 700.000 personas comenzaron a manifestarse espontáneamente en las calles de Francia para rendir homenaje a las 17 víctimas de los ataques.
Los atentados conmocionaron a los franceses y al mundo y el eslogan "Yo soy Charlie" recorrió rápidamente el planeta.
El balance de los atentados no tiene precedentes en los últimos 50 años en el país y abre interrogantes sobre los dispositivos de seguridad, en un contexto de intenso debate sobre el papel del islam y de la inmigración en Francia.
"Hay un fallo, es evidente. Cuando hay 17 muertos, es que se han producido fallos", reconoció el primer ministro francés Manuel Valls.
Los investigadores siguen el rastro de la compañera de Coulibaly, Hayat Boumeddiene, que salió de Francia a principios de enero antes de los atentados y se encontraría actualmente en Siria.
Coulibaly, cuyos padres eran de origen malí, justificó su acción ante sus rehenes por la intervención militar francesa en Malí y los bombardeos occidentales en Siria.
La madre y las hermanas de Coulibaly condenaron los atentados y presentaron "su más sentido pésame" a las familias de las víctimas.
Por su parte, los dos hermanos Kouachi, franceses de origen argelino, estaban desde hace años en la lista negra estadounidense del terrorismo. Said Kouachi se había entrenado en el manejo de armas en Yemen en 2011.